El gigante petrolero Repsol-YPF podría estar amenazando la existencia de dos de los últimos pueblos indígenas aislados en el mundo, según un crítico informe que acaba de publicar la organización Survival International.
La petrolera hispano-argentina es el objetivo de las críticas por las operaciones que realiza en el «Lote 39», ubicado en el norte de Perú, una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta.
Se han recogido más de 75 pruebas que muestran la presencia de las tribus en la región. Entre ellas se encuentran huertos abandonados, lanzas cruzadas y testimonios bajo juramento de personas que las han avistado.
Pero Repsol asegura que todo esto no es suficiente para probar la existencia de los indígenas.
En el pasado, el trabajo de empresas petroleras en la Amazonia ha tenido consecuencias catastróficas para los pueblos indígenas no contactados que viven en ella.
Tanto los trabajadores como los indígenas aislados reaccionan a menudo con violencia si se establece contacto, y cualquier enfermedad traída por los foráneos podría ser mortal para los indígenas.
El informe de Survival, titulado «39 cosas que Repsol no querría que supieras», supone un embarazoso varapalo para la empresa, que hoy y mañana celebra en Madrid su Junta General de Accionistas.
Repsol trabaja junto con la empresa estadounidense Conoco-Phillips, que posee el 45% de la operación en el Lote 39.
Otra empesa, la anglo-francesa Perenco, proyecta construir un oleoducto desde el Lote 67 hasta la concesión de Repsol. El oleoducto atravesará directamente el territorio de los indígenas.
Survival ha pedido a las tres empresas que se retiren inmediatamente de la región.
El pasado mes de noviembre Survival envió una petición firmada por más de cuarenta ONG, Amazon Watch y Save America’s Forests entre ellas, para que las tres empresas se retiren inmediatamente de la región.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: «¿Cuántas razones necesitan las empresas petroleras para mantenerse alejadas de los pueblos indígenas aislados? Negar su existencia es un viejo truco, pero desgraciadamente serán los indígenas y los propios trabajadores de estas compañías en las profundidades de la Amazonia quienes paguen las consecuencias». www.ecoportal.net