Los funcionarios organizados emitieron un oficio para quejarse por la falta de cooperación de las fuerzas armadas en las acciones legales para frenar el daño en la selva tropical
Trabajadores del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) acusaron al Ejército de no colaborar en las acciones contra la minería ilegal en la Amazonia.
A través de un oficio, los fiscales del Ibama, que funciona como una especie de policía ambiental en Brasil, señalaron a los comandos militares de negarse en reiteradas oportunidades a colaborar con las autoridades para destruir maquinaria, vinculada a la deforestación de la Amazonia.
«Los comandos militares se negaron a prestar apoyo porque la acción del Ibama podría acarrear destrucción de bienes», señaló el oficio.
El personal castrense participa en este tipo de acciones amparado en la Garantía de Ley y Orden (GLO), que otorga facultades a militares para actuar en situaciones de emergencia, como los recientes incendios de la Amazonia, que provocaron protestas globales.
Según el documento, dado a conocer por O Globo, los fiscales también pudieron constatar «la falta de articulación entre las bases de GLO y la supervisión de Ibama».
Las negativas de las fuerzas armadas se registraron los días 11, 15 y 23 de septiembre en el estado de Pará, ubicado al norte de Brasil, uno de los principales focos de deforestación y minería ilegal de la Amazonia.
La destrucción de maquinaria es una de las facultades legales de Ibama desde 1998. Sin embargo, esa medida prevista para contener la deforestación ha sido criticada por sectores agroindustriales y políticos afines al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Tan solo en septiembre, se registraron poco más de 52.238 focos de incendio en todo Brasil, la mayoría de ellos en la Amazonia, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Cortesía de RT
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