El pasado 4 de febrero, las estaciones meteorológicas registraron la temperatura más alta jamás registrada en la Antártida. Los termómetros en la Base Esperanza, una estación científica ubicada en el extremo norte de la península Antártica, llegaron a 18,3 grados Celsius este día, prácticamente la misma temperatura que se observó en Los Ángeles, informó la NASA.
La ola de calor causó «un derretimiento generalizado en los glaciares cercanos», como es posible ver en dos imágenes satelitales de la isla Eagle, compartidas por el ente estadounidense. La primera foto se registró el 6 de febrero, mientras la segunda se tomó el 13 de febrero.
En total, la capa de nieve en la isla Eagle se derritió 106 milímetros del 4 al 11 de febrero, es decir, alrededor del 20% de la nieve estacional acumulada en la región se derritió durante estos días.
«Nunca he visto charcos de deshielo desarrollarse tan rápido en la Antártida. Ves este tipo de fenómenos de derretimiento en Alaska y Groenlandia, pero no usualmente en la Antártida», apuntó el glaciólogo Mauri Pelto, citado por la NASA.
El glaciólogo señaló que el rápido derretimiento es causado por constantes temperaturas significativamente por encima del punto de congelación. El experto puso de relieve que el calor persistente no era típico en la Antártida hasta el siglo XXI, pero se ha vuelto más común en los últimos años.
Cortesía de Sputnik
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