Durante el mes de abril de 2021 se conoció la información que un grupo privado estaba construyendo en el sector de Piedra Numerada, dentro del santuario de la naturaleza Yerba Loca. Las obras fueron realizadas por gestión de tres entidades: Fundación Santuario del Plomo (principal impulsor), Anglo American (principal financista) y Valle Nevado (interés económico y facilitador de permisos legales).
A la cabeza de todo el proyecto se encuentra el propietario de la zona en cuestión, el ya mencionado Alfonso Campos Sotta, quien está a cargo de la Fundación Santuario del Plomo. En esta ocasión, lo acompañan el empresario Jean Ramos, socio fundador de Futuriza y de Alejandro Bravo Pasler, arquitecto y socio fundador del mismo proyecto.
¿Qué es Futuriza?
Se trata de una iniciativa que es descrita como «un espacio colectivo, que cobijará proyectos e iniciativas, para abrir los sueños del país en entretener, informar, e inspirar a toda la región latinoamericana y al mundo, a través de la magnificencia sin parangón de la Cordillera de Los Andes, haciéndolo un reflejo de su cultura, abriendo las mentes creativas, y promoviendo las innovaciones tecnológicas, que lo harán el territorio con la mayor y única experiencia de vida en miras de las nuevas eras de nuestra sociedad.
La explicación precedente es planteada como bajada de un documento disponible en el perfil de LinkedIn de Alejandro Bravo Pasler.
Dentro del archivo en formato PDF se señala que el objetivo es crear “un ecosistema de alta sustentabilidad en montaña, amigable con el turismo, el deporte, la tecnología y la investigación medio ambiental, todos bajo el concepto “Smart & circular city”. Una nueva ruta panorámica en el valle del Santuario del Plomo”.
El proyecto consta de cuatro “Centros de desarrollo”, estos son distintos puntos por ubicar y desarrollar dentro del espacio que consideran para plasmar la iniciativa. Se trata de cuatro tipos de edificaciones: “Portal La Ermita”, un “Centro de Turismo, Educación y Tecnología”; “Valle de la Ciencia y del Deporte”, se trata de un parque de “Ciencia -Smart Village 1400” y un “CAR Centro Olímpico”; “Teleférico Alta Cordillera”, un transporte “Carbón Zero” y, por último, el “Santuario del Plomo”, que es descrito como un parque “turístico y ecológico de alta sustentabilidad”.
Los tres hombres a cargo del proyecto
El empresario Jean Ramos, de profesión ingeniero industrial, fue uno de los fundadores de Valle Nevado, se ha desempeñado como consejero en temas de comercio internacional del gobierno de Francia, así como ha participado de variadas iniciativas de turísticas e inmobiliarias, en variados continentes y países, que van desde “África, Europa del Este, Francia y Chile”.
Ramos participó de la instalación del proyecto de Valle Nevado, aquello implicó negociaciones con la dictadura de Augusto Pinochet, incluso según señala la revista Andes Líderes en su edición número 5 (junio de 2013 a marzo de 2014), fue el mismo Pinochet quien dio el visto bueno al proyecto, y permitió la participación del estado mediante fondos al proyecto. La participación del Estado en el proyecto generó que el camino entre la ciudad de Santiago y Valle Nevado sea público.
Sin embargo, como ocurrió con muchas empresas y proyectos, la dictadura entregó fondos públicos a privados, ya sea para salvarlos o ayudarlos.
Alejandro Bravo Pasler es un arquitecto que se especializa en “resorts, centros de montaña, proyectos turísticos, medio ambientales y de innovación en Chile”, según señala el documento de Futuriza mencionado con anterioridad.
El arquitecto formado en la Universidad de Chile es director de la corporación Andes Central, una organización privada que busca, según señala su sitio web, “generar comunidad de montaña unida. Mediante el diálogo de diversas agrupaciones de montaña, es que se quiere lograr elevar la calidad de esta comunidad y espacio como foco turístico nacional e internacional. Siempre anteponiendo un desarrollo sustentable, amoroso y justo con el entorno”. En otros términos, Andes Central es una organización que busca generar negocios en áreas cordilleranas.
Junto con los socios fundadores de Futuriza, el tercer implicado en el proyecto es un hombre que se repite el plato en cuanto a búsqueda de generar intereses económicos con la zona del cerro El Plomo y alrededores, Alfonso Campos Sotta.
El médico veterinario es propietario del terreno donde se encuentra el santuario de la naturaleza Yerba Loca. Esa fue la condición que utilizó para crear la Fundación Santuario del Plomo, con la que intervino la zona con maquinaria, destruyendo flora y poniendo en serio riesgo los restos geológicos y arqueológicos. No obstante, el empresario realizó todas las obras sin tener los permisos pertinentes, es más, se valió de subterfugios para comenzar a desarrollar su idea.
La presión social y los variados reportajes que surgieron debido al daño que se estaba generando, permitieron que se detuvieran todas las obras y Campos Sotta debió echar marcha atrás en sus pretensiones. No obstante, mediante un comunicado, la Fundación Santuario del Plomo señaló, en aquel momento del mes de abril, que volverían a retomar los trabajos, pero cumpliendo con los requerimientos legales.
Fundación Santuario del Plomo
La organización fundada y dirigida por Alfonso Campos Sotta fue responsable de la destrucción de yareta, flora de alta montaña que crece en la zona del santuario Yerba Loca, su destrucción se suma al efecto nocivo que puede haber acarreado la construcción del camino en cuanto polvo que se puede haber impregnado en el glaciar contiguo.
En el reportaje públicado por El Ciudadano acerca del daño generado en el cerro El Plomo, se destaca la frase que planteó el director de la fundación al ser consultado por las obras en la zona, se trata de un “terreno privado que se busca abrirlo a toda la comunidad montañista”, pero para dicho propósito deben “equiparlo con la infraestructura necesaria”. Según señaló el representante de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía (SCHHG) en el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Gastón Fernández, “el camino costó como 19 millones de pesos, se hizo sin autorización y fue pagado con plata de Anglo American”.
Si las obras no se hubieran detenido, se hubiera puesto en gran riesgo todo el patrimonio arqueológico inca, ya que en la cumbre del cerro se encuentran tres pircas construidas por el imperio precolombino, allí incluso sepultaron a un niño como ofrenda al apu Wamani (cerro deidad). Conjuntamente, el cerro y el parque Yerba Loca poseen un patrimonio geológico y natural increíble, ya que en la zona hay un bosque petrificado, que también está en serio riesgo de ser destruido.
La Fundación Santuario del Plomo fue sancionada por el CMN. En palabras de Gastón Fernández, él hizo “la denuncia en el Consejo de Monumento, y le aplicamos unas sanciones porque se comprobó que habían hecho el camino sin autorización, eso en función del artículo 38 de la ley de monumentos”.
Comité consultivo de Futuriza y organizaciones auspiciadoras
Futuriza cuenta con la participación de distintas personas del mundo privado en su comité consultivo, algunas de ellas también participan de las empresas que auspician y/o sustentas el proyecto, este es el caso de Luz María García, quien participa del comité y, conjuntamente, forma parte del equipo de trabajo de País Digital, en el área de gerencia del programa “Sé Santiago Ciudad Inteligente”.
La misma situación se da con el geógrafo Manuel Silva, quien además de participa del comité, es director de la empresa Sustentable Sociedad Anónima. La empresa Do Smart City cuenta con dos participantes en el comité, Solange Arredondo y Lorena Santana.
El académico y arquitecto Luis Valenzuela realiza variadas iniciativas en la Universidad Adolfo Ibáñez (una de las organizaciones con participación en el proyecto), aquello en conjunto con su participación en el comité consultivo de Futuriza.
El coordinador del equipo consultivo es el empresario agrícola y gerente general de Vinci Constructions en Chile, Matías Vergara Kaplan. El graduado de la Universidad Gabriela Mistral también participó de la concesión de la carretera que une Puerto Montt con Pargua, en la región de Los Lagos.
El ingeniero civil industrial Alejandro Magni (socio director de Esencial Cooprex) es otro de los miembros del comité, junto con Rodrigo Guendelman, periodista y fundador de Santiago Adicto, con participación, también, en la Fundación +1000, encargada de la arquitectura del proyecto que pretendía hacer la Fundación Santuario del Plomo.
En cuanto los demás miembros del comité están los ingenieros Mario Tala (con amplia participación en gobiernos de la Concertación y Chile Vamos), Matías López (experto en áreas de turismo) y Álvaro Gutiérrez (especialista en materias medioambientales).
A las organizaciones mencionadas anteriormente, se suman: Comité Olímpico de Chile (tendría un centro de alto rendimiento en los planes de Futuriza), Poma (empresa de trasportes por cable, tipo teleféricos), Smart Villages, SE Group, Global Arquitectos, By, Innspatial, Santiago 2023 (Juegos Panamericanos y Parapanamericanos) y Fundación Santuario del Plomo.
Lo que pretende hacer Futuriza
El consejero del CMN, Gastón Fernández señaló que se busca “la edificación de un teleférico en la zona”, junto con un proyecto muy amplio, “que están en los primeros pasos todavía verdad”. El abogado de la Universidad de Chile comentó que pudo conocer la información a través de un “webinar al que pude ingresar”.
La realidad del proyecto se condice plenamente con lo planteado por el representante de la SCHHG, ya que según se detalla en el documento de Futuriza, se encuentran realizando la primera etapa, esto quiere decir que están elaborando “un anteproyecto para convocar un grupo de Promotores. Es un primer enfoque profesional destinado a establecer las pautas para los estudios necesarios a la definición del Proyecto Definitivo y del Business Plan. Futuriza Spa. cuenta con mandatos exclusivos de los dueños de los terrenos incluidos en el Proyecto”.
Sin embargo, en este apartado no hacen referencia a si cuentan con algún tipo de autorización por parte de los organismos públicos pertinentes, aquello se debe a que dicha situación no existe, es decir, no cuenta con estudios o permisos por parte del estado, esta situación la ratifica el consejero Gastón Fernández.
Lo anterior es lo que Futuriza pretende realizar durante 2021, para el año siguiente, buscarían elaborar “el Proyecto Definitivo y el Business Plan para abordar realizaciones concretas. Con estos antecedentes, los promotores aportarán los apoyos técnicos, económicos y políticos que permitan a los inversionistas de la Etapa 3 levantar los fondos necesarios para cada proyecto especifico”.
De esta forma, la tercera etapa sería en 2023, allí pretenden que “los promotores controlarán el desarrollo de los distintos proyectos con el fin de garantizar un crecimiento armonioso y en línea con el concepto de FUTURIZA. Urbanistas, arquitectos, abogados, economistas, bancos, empresas de construcción, empresa de comunicación y diseño, agentes inmobiliarios, oficinas consultoras, participarán en esta empresa, cada uno en su ámbito de competencia y en el marco de una planificación precisa, tanto en términos de “qué”, como en términos de “cuándo””.
En lo que respecta a las construcciones, estas serían, en primer lugar, la denominada Ruta Panorámica, la que llaman “una experiencia sustentable de montaña”, no obstante, se presentaría el desafío de construir un camino sin seguir dañando la flora alto andina y generar polución que afecte las formaciones naturales. Cuestión que, al menos con la experiencia de Santuario del Plomo, se pasó por alto.
El segundo espacio en construcción sería Portal Lo Ermita, el punto de entrada de todo el proyecto y el primero de los “centros de desarrollo”. Constaría de dos puntos, el primero sería el Welcome Point La Ermita, que tendría un “Hotel – Salas de Eventos y Conferencias; Oficina de Turismo – Centro de Monta a Lo Barnechea; Servicios Turísticos y Deportivos (bicicletas, skis, snowboard, cadenas, mecánica), Servicios Gastronómicos; Parques y Jardines Zen; Estacionamientos”.
Luego se ubicaría la Smart Village Lo Ermita, que consideraría un “Centro de interpretación futuriza; Hub de sustentabilidad tecnológica; Museo de la montaña & sala de Inmersión digital; Lounge de Montaña y Espacios Co Work; Laboratorios de Universidades y de Empresas”.
Las construcciones seguirían con el Valle de la Ciencia y del Deporte, que incluiría “un parque de investigación científico y tecnológico destinado a fomentar el progreso en los campos de la conservación del medio ambiente y de la biodiversidad”, “el primer Smart & Circular Village de Latinoamérica & El primer Centro de Alto Rendimiento en altura de Chile”. Es en ese último punto donde se aparece el interés el COCH, ya que el centro de alto rendimiento sería para las y los deportistas federados.
Pese a todo el impacto de todas las obras anteriores, la más llamativa sería el teleférico de alta montaña o de Alta Cordillera, como le llaman en Futuriza. Este proyecto lo exponen como una “plataforma de transporte para alcanzar la montaña sin emisión de CO2. El proyecto Teleférico Alta Cordillera es una nueva conexión turística desde Santiago de Chile hasta las áreas de esquí e instalaciones recreativas de montaña para 4 estaciones”.
Por último, el punto a mayor altitud de todo el proyecto es el cuestionado Santuario del Plomo, que esta vez es descrito como “un parque de montaña de vasta extensión destinado a ser un referente mundial de agroecología y de la conservación de la biodiversidad”. Nuevamente, no hay mención al daño provocado con anterioridad.
Obras con enfoque económico contra la conservación del patrimonio
Sin dudas, al conocer la magnitud de la obra que pretende generar Futuriza surgen dos ideas: la primera es que esta es una iniciativa que podría darle mayor movilidad al turismo y a la economía del país, mientras que la segunda es si se debería realizar un proyecto que pone en gran riesgo una zona tan importante como la contigua al cerro El Plomo.
Si se considera el potencial turístico que podría generar el proyecto, inicialmente podría resultar rentable, sin embargo, es aquí mismo donde surge una contradicción, ya que sería el mismo grupo que hace uso de los centros de esquí quienes usarían las nuevas instalaciones, esto se explica con el valor que tendría el boleto del teleférico, aproximadamente 28 dólares, es decir, casi $21.000 pesos chilenos al 11 de julio de 2021, una cifra muy prohibitiva para la mayoría de las familias del país.
Eso si, la masividad o la popularización de la montaña no parece ser el énfasis de Futuriza, sin considerar los precios mencionados, su planificación marca como elementos fundamentales el sector oriente de Santiago, el aeropuerto y los centros de esquí. En otras palabras, se estaría mejorando la forma de acceso y las instalaciones para las personas que ya asisten a la montaña.
Teniendo en consideración el impacto sumamente negativo que generó la Fundación Santuario del Plomo en Yerba Loca, hay más elementos que se siguen sumando a la noción negativa sobre este proyecto, lo que se ve acrecentado si se considera el factor humano en la zona, desde el momento de la misma construcción, hasta la llegada de turistas con los caminos y teleféricos habilitados.
Ciertamente se requieren instancias que permitan generar turismo y un mayor acceso a la montaña, pero eso debe ir de la mano de medidas que apunten a respetar la naturaleza y el patrimonio en todas sus formas, no generando iniciativas que pondrían al apu Wamani en un riesgo cada vez mayor.