Muchas veces el sentido común implica una falacia. Pero eso de que una imagen vale más que mil palabras, tal vez sea cierto, por lo menos en este caso. Alcanza con una foto. Esta ilustra la ganadería industrial, donde el ternero es, en efecto, robado de la madre mientras ella es conectada a máquinas para extraer su leche.
Las granjas industriales suponen, en realidad, un grave problema ambiental, así como un problema ético para muchas personas. Es una nueva forma de producción animal que muchos todavía no conocen. Las vacas se mantienen en pequeñas jaulas y se alimentan de maíz y hormonas, en oposición a la ganadería tradicional, donde las vacas pastan hierba libremente.
En esta potente imagen de la instalación «Ordeño», se humaniza de forma literal el papel de una vaca, dentro de la industria alimentaria. Con ello se consigue una imagen dura, destinada a la reflexión sobre la cotidianidad de la ganadería intensiva; un problema que trasciende las líneas de la dieta vegetariana e incluso las medioambientales, llegando a las éticas sobre el trato animal y la sobreexplotación. ¿Qué opinan al respecto?