La tercera ronda de negociaciones para un Acuerdo Marco de Biodiversidad Global, primera que tiene lugar en formato físico en dos años debido a la pandemia, concluyó en Ginebra con un texto en el que diferentes gobiernos hicieron modificaciones y adiciones al borrador inicial.
Las negociaciones proseguirán del 21 al 26 de junio en Nairobi, mientras que aún no hay una fecha fijada para la Conferencia de la ONU para la Biodiversidad de Kunming, aunque en principio está prevista para el tercer trimestre de 2022, indicaron los organizadores del encuentro en un comunicado.
«Tras las reuniones y discusiones en Ginebra, el texto actual ya refleja el punto de vista de los gobiernos», subrayó en la nota Francis Ogwal, uno de los copresidentes de la mesa negociadora del acuerdo marco.
El borrador inicial contenía ya objetivos precisos y medidas para lograrlos al que se han añadido ahora otros elementos que «requerirán futura negociación», añadió Basile han Havre, también copresidente de la mesa negociadora.
El objetivo del acuerdo marco sería proteger la biodiversidad a todos los niveles, incluidas especies, ecosistema y material genético, «para salvaguardar la salud del planeta», aunque, según la organización, los distintos gobiernos difieren aún sobre las prioridades y los plazos.
En las negociaciones en Ginebra también se avanzó en recomendaciones para la conservación de la biodiversidad marina y costera, en una iniciativa para la conservación y el uso sostenible del suelo, y también se analizaron los efectos de las especies invasivas o los organismos genéticamente modificados.
La Convención de Biodiversidad en cuyo marco se llevan a cabo estas negociaciones, nacida en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, entró en vigor en 1993, cuenta con 196 países firmantes y ahora busca adaptarse con nuevos documentos vinculantes a los retos de la actualidad, incluido el cambio climático.
Esta convención cuenta con dos acuerdos suplementarios de importancia: el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, que intenta responder a los desafíos y posibles peligros de la biotecnología, y el Protocolo de Nagoya, que fomenta la cooperación en investigación genética en este campo.
Fuente EFEverde
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