Greenpeace calificó como un escándalo y un abuso por parte de la empresa salmonera Nova Austral los millonarios beneficios económicos que desde hace años ha obtenido gracias a las bonificaciones que le otorga la denominada Ley Navarino.
La información, obtenida mediante el sistema de acceso a información pública solicitada a la Tesorería General de la República, revela que desde el 2015 al 2018 Nova Austral ha logrado bonificaciones de más de 80 millones de dólares.
“Resulta impresentable que el Estado esté beneficiando de esta manera a una empresa que lleva años contaminando las aguas del Parque Nacional Alberto de Agostini y que ahora pretende expandirse al Canal Beagle, lo que ha intentado hacer pese a no haber sido autorizada para ello. La ecuación es simple, pero también inaceptable: el Estado premia a las empresas que no tienen problema en contaminar hasta los rincones más limpios del país”, dice Mauricio Ceballos, vocero del área de océanos en Greenpeace.
En efecto, el documento de la Tesorería General de la República aclara que, por ejemplo, el año 2015 Nova Austral recibió poco más de 7.000 millones de pesos, cifra que el 2017 y 2018 se elevó a casi 20.000 millones de pesos cada año.
“La misma empresa que está organizando manifestaciones de apoyo a su actividad para este fin de semana en Punta Arenas, esconde una información que no quiere que se sepa y es que su expansión y beneficios económicos los consigue básicamente por el aporte de todos los chilenos. Y estamos seguros que la mayoría de los chilenos rechazan cualquier intento de desarrollo que signifique un deterioro para nuestro patrimonio medioambiental. ¿Desde cuándo desarrollo sustentable es premiar por contaminar?», concluye Mauricio Ceballos.