Greenpeace Chile lanzó una campaña para solicitar al Gobierno que quite el permiso a Salmones Camanchaca, empresa dueña de las 200 toneladas de salmones contenidos al interior del barco hundido en la bahía Pilpilihue (Chonchi) desde el 18 de octubre.
«Estamos impactados con la indolencia de la empresa y con el hecho de que sigan funcionado como si nada, mientras los pobladores tienen prohibición de pescar en la zona. Por eso le pedimos al Gobierno que revoque la concesión entregada a Salmones Camanchaca. Sería una señal potente para que las salmoneras entiendan que no pueden seguir jugando con el sustento de chilotes ni con el futuro medio ambiental de la isla», manifestó Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace, según consiga Cooperativa.
El wellboat Seikongen transportaba 60 mil litros de petróleo y una carga de 200 toneladas de salmones, que producto del paso del tiempo, entró en descomposición.