La práctica de ‘escuchas’ submarinas que sigue las migraciones y la distribución de ballenas en los océanos puso al descubierto que un grupo previamente desconocido de ballenas azules, los cetáceos más grandes del planeta, surca las aguas del Índico occidental.
El patrón de sonidos de baja frecuencia, que suele llamarse canto, es propio a cada población de estos mamíferos marinos y les sirve para comunicarse a gran distancia. Un canto nuevo fue registrado entre los años 2010 y 2019 desde varios puntos de monitoreo acústico e identificado como diferente de los que tienen las cuatro poblaciones conocidas del océano Índico.
Se estableció que los animales emisores pasan gran parte de su tiempo cerca de las costas de Omán en el mar arábigo, junto al archipiélago de Chagos y al norte de Madagascar, informó recientemente la revista Endangered Species Research, donde el equipo investigador resumió los datos de su estudio. El área se compagina con los avistamientos previos de algunas ballenas azules, pero la ciencia no relacionaba los ejemplares avistados con ninguna población concreta.
«Antes de nuestro esfuerzo de grabación en Omán, no había datos acústicos del mar arábigo, por lo que la identidad de esa población de ballenas azules era inicialmente solo una conjetura«, comentó hace unos días el investigador Andrew Willson, de la empresa Five Oceans Environmental Services, quien dirigió el despliegue de las grabadoras acústicas.
El oceanólogo estimó también que el trabajo hecho muestra que «hay mucho más que aprender sobre estos animales» y es necesario hacerlo en vista de su condición amenazada debido a «la expansión de las industrias marítimas en la región».
El equipo investigador admite que la población en cuestión puede contar con un «número de individuos muy bajo», pero no ofrece una estimación más exacta. En cada grabación con el patrón de voces nuevo la cifra de ‘cantantes’ varió entre 1, 2 o más de 3, según el estudio. Desde Madagascar se escuchó normalmente la voz de solo un animal en cada momento.
Además, los expertos consideran que tanto las ballenas azules del noroeste del Índico como las ballenas jorobadas del mar arábigo representan subespecies únicas, lo cual aumenta la importancia del hallazgo para la biodiversidad. La población regional de estos cetáceos probablemente estuvo diezmada por la caza comercial, especialmente en los años 1960, pero el cambio positivo se haría posible debido a la prohibición internacional de esta práctica a finales del siglo pasado.
Fuente: RT.