Hoy martes se vota en Temuco el comprometido proyecto hidroeléctrico Añihuarraqui, de la empresa GTD negocios, emplazado en la comuna de Curarrehue (La Araucanía) y que amenaza un territorio sagrado para las comunidades mapuche, el Pichi Trankura, de enorme valor espiritual y ambiental.
A seis años de su ingreso al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), el proceso concluye hoy con la votación de un comité que estará presidido por el gobernador de Cautín, José Montalva, en reemplazo del intendente Francisco Huenchumilla, y que determinará si el proceso de evaluación ha demostrado viabilidad y adecuación del proyecto a las normas ambientales.
Desde diversos focos afectados se ha hecho un llamado a la ciudadanía a personarse en el proceso, de carácter público, que comenzará alrededor de las 10 horas en el edificio de la Intendencia, con el objeto de ejercer presión y defender el futuro de la Araucanía.
En concreto, desde el LofMapu Trankura de Curarrehue, han reiterado la necesidad de que sea declarado no viable y han sostenido estar «dispuestos a todo para defender el sagrado leufu. Hoy todo el agua de Wallmapu debe ser resguardada por sus habitantes, toda intervención en el territorio es una amenaza permanente a nuestra existencia».
Desde el movimiento Los Ríos Nos Unen, en tanto, han solicitado también la presencia de la oposición ciudadana ante la amenaza que supone la iniciativa; «En este día tan importante los convoco humildemente a movilizarse, por un país y mundo mejor en el cual todas las creencias y determinaciones puedan ser representadas; se trata de un hito en esta lucha (que es hoy la lucha del mañana) por los ríos de la Araucanía (y los del mundo). No te quedes en tu casa, sé parte de la historia que no hay peor mal en esta sociedad que la indiferencia».
El proyecto
La iniciativa Central Hidroeléctrica Añihuarraqui, con una inversión de U$ 22 millones, busca la ejecución de una central de pasada en el río de mismo nombre con una potencia estimada de 9MW, electricidad que se pretende inyectar al sistema mediante una línea de transmisión eléctrica que afectará irreversiblemente lugares de enorme valor ambiental y espiritual para las comunidades originarias, pero también para los ciudadanos de la comuna y en definitiva para cualquier ser humano comprometido con la defensa de la naturaleza y la vida.
A la férrea oposición de los pueblos se ha unido la del propio municipio de Curarrehue, que públicamente ha mostrado su rechazo ante las transgresiones a los derechos humanos acometidas en el marco del proceso, puestas de manifiesto en informes como los emitidos por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y en las reclamaciones interpuestas ante la relatora de la ONU sobre pueblos indígenas, Victoria Taulí, y el Comité de Eliminación de la Discriminación Racial de ONU.
Entre las denuncias efectuadas durante estos 6 años de tramitación, se encuentran entre otros, de acuerdo a lo consignado por el medio Mapuexpress, las referentes a la falta de ética por parte de la empresa, que ha generado divisiones entre las comunidades buscando la aprobación del proyecto, obviando los preceptos que exigen las normas para la presentación de este tipo de iniciativas.
Además, la referida intervención de un sitio ceremonial de carácter sagrado para las comunidades atenta sin remedio contra los establecido en el Convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile en 2009. Más allá de la afectación de un territorio sagrado, hablamos de la intervención de un modelo de vida y desarrollo, «distante a estos niveles de intervencionismo, donde numerosas familias vienen proyectando el turismo, la agro ecología y otras actividades sustentables».
Por último, consigna el citado medio, «se estima que estos proyectos son prácticas discriminatorias, racistas y colonialistas, que se emplazan en territorios ancestrales y que dañan gravemente la integridad cultural y espiritual de comunidades Mapuche».
Desde el mundo, para la Araucanía
A través del colectivo Los Ríos Nos Unen se han difundido imágenes enviadas por ciudadanos desde diversas partes del mundo, apoyando el rechazo del proyecto y generando una oleada de solidaridad sobre la que se apoya la esperanza de que hoy martes 14 de julio sea un día en el que las autoridades voten a favor de la VIDA.
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