Los recolectores de basura, barrenderos y gentes de clasificación y tratamiento de residuos iniciaron el día de ayer una huelga de tres días en Francia para reclamar aumentos salariales y un mayor reconocimiento a su labor.
El paro se extenderá hasta el 15 de mayo, el cual fue convocado por la Confederación General de Trabajo (CGT), donde participan empleados públicos y privados con más de 70 mil miembros. “Todo el mundo está de acuerdo en que esos empleos son difíciles y poco gratificantes, pero son esenciales para el bien de todos”, afirmó Baptiste Talbot, miembro de la federación de servicios públicos de la CGT.
Según estadísticas, como promedio cada año una persona genera 372 kilos de basura. Los gremios reclaman una reducción del tiempo de trabajo para los basureros y una revalorización de su sueldo. Los empleados trabajan en horas de la madrugada, siendo víctimas de accidentes, expuestos a problemas respiratorios y enfermedades infecciosas.
Por otra parte, Jerome Vérite, secretario general de la federación de transportes de la Confederación General del Trabajo, espera una fuerte movilización a nivel nacional.