Imagina que con todas las botellas y latas que juntaste durante la semana pudieras pagar un viaje en el metro o en el Transantiago. Esa realidad no es un sueño imposible, al menos ocurre en otra parte del mundo. En un lugar, donde el reciclaje es cultura y es parte del quehacer de todos los ciudadanos: Pekín.
Esta ciudad de China tiene un enorme ejército informal de recicladores de base, se estima que hasta 20 millones de personas trabajan como recolectores de botellas de PET. Una compañía de reciclaje llamada Incom trabajó con el gobierno para instalar máquinas que permitan intercambiar botellas por un boleto en el metro.
Más de 100 máquinas recolectoras serán instaladas en el metro de la ciudad. La idea es que intercambiar botellas por viajes sea tan fácil como usar un cajero automático. Por cada botella reciclada, la máquina dará un poco más de 80 pesos chilenos. Aunque si esto existiera en nuestro país, el reciclaje de botellas PET pagaría mucho menos.
Acá es donde surge el análisis interesante. Adam Minter, residente en Pekín y autor de un libro sobre la industria de desechos en China, en una entrevista a The Guardian dice que:
En occidente, reciclar es una actividad verde. En países asiáticos en desarrollo, es una actividad económica. Una cosa está garantizada. Si no se les paga a los donadores al precio del mercado, no funcionará.
La empresa Incom sostiene que también deben considerarse los beneficios ambientales, no sólo los factores económicos, pero por otro lado, la ONG Green Beagle, explica que “Usar una mejor tecnología para reciclar es generalmente algo bueno. Pero el reciclaje de botellas no es un problema urgente en China. Ya tenemos un sistema maduro para eso. Nuestra verdadera necesidad es un sistema completo y comprensivo de reciclaje”.
Esto hace pensar que para que un sistema de esta naturaleza exista en Chile, y que pague el verdadero valor de una botella PET, necesitamos madurar nuestras ideas de sustentabilidad. No basta con poner me gusta en una página de facebook, hay que llevar las buenas prácticas medioambientales al hogar, al trabajo, al colegio a todos lados. El reciclaje (y sus actividades relacionadas) no es una actividad puntual, es un estilo de vida que debemos alcanzar. Debemos entender que cada vez que hacemos algo, estamos generando impacto. Comprar una bebida genera impacto, pero ¿estamos conscientes sobre quien paga en realidad esa bebida? ¿tendríamos disposición a pagar por el impacto que tiene nuestro paso por el planeta?
Si nos cobraran ese valor, tal vez el verdadero valor de la botella que tienes en tus manos podría reflejarse en el valor de su reciclaje, pero así como vamos, sólo bastaría aumentar nuestra disposición a pagar, para llenarnos de botellas. También es necesario tomar el control. Como cuando hacemos una dieta para conseguir un objetivo.
Este tipo de programa de reciclaje, aunque es un buen concepto, no puede ignorar las particularidades de la comunidad donde se implementa. Yo creo que en Chile estamos listos para empezar a incentivarnos y empaparnos de lo que podría llegar a ser una cultura más consciente del impacto de los desechos y del valor del reciclaje. Vamos por el Transantiago!!
Por Rodrigo López Insinilla,Presidente Alianza para el Desarrollo Sustentable «ONG YoReciclo»
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