A poco menos de un mes de que de comienzo el Rally Dakar 2015, la séptima edición llevada a cabo en Sudamérica, y a la espera del fallo del Tribunal Supremo al recurso interpuesto en Enero por el Colegio de Arqueólogos en conjunto con la Fundación Patrimonio Nuestro, Acción Ecológica, Pueblos Originarios Unidos (POU) y el Consejo Ayllu Sin Fronteras por el daño ambiental causado por el evento, hablamos con René Huerta , Director del Área de Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama (CCTC).
“Creo que la Corte Suprema está tratando de evaluar de mejor manera el tema, puesto que hoy el Convenio 169 en la Corte Suprema (CS) se considera un Convenio Supraconstitucional, por lo tanto, se están judicializando los casos que invoquen el Convenio 169. En este caso, los pueblos originarios que se vean afectados por la realización del rally, podrían invocar el mismo Convenio, y nos hemos dado cuenta que la CS, desde Pascua Lama, ha fallado en favor del Convenio 169, considerando que sí es exigible la consulta indígena, por lo tanto si fuese en ese mismo sentido y eso lo pudiéramos considerar como una jurisprudencia, el fallo de la CS tendría que ser favorable a la defensa del patrimonio que han presentado, tanto la Sociedad Chilena de Arqueología, como diferentes agrupaciones en defensa del patrimonio cultural y natural del país.», sostiene Huerta al respecto del recurso, que cabe señalar que fue interpuesto dos días después de conocerse el rechazo al interpuesto por el Colegio de Arqueólogos en conjunto con la Fundación Patrimonio Nuestro y Acción Ecológica, el cual fue declinado porque la Corte consideró que los demandantes carecían de “legitimación activa”, esto es, no eran afectados directos.“
Huerta señala en primera instancia que la oposición al evento no responde a una «política sistemática de la Institución, sino que más bien nosotros velamos por el resguardo y la salvaguarda del patrimonio en todos sus ámbitos y creemos que la actividad, como se desarrolla hoy, no califica como una actividad deportiva en el Desierto de Atacama.»
Tampoco concuerdan con la postura del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), que sostiene que la celebración del Dakar se constituye en una suerte de motor que potenciaría la actividad turística internacional en la zona y el particular en el Desierto de Atacama; «Somos de acá, sabemos claramente que está posicionado. No necesita una actividad como el rally para potenciar las características que tiene este paisaje rico y diverso en su patrimonio cultural y natural. El rally justamente está en contra del paisaje natural, lo que se evidencia en las huellas dejadas, en un paisaje climático como éste que no tiene precipitaciones y es muy difícil de borrar.»
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Además, Huerta señala que el monopolio turístico de la zona lo manejan las grandes empresas; «El sector turístico pertenece a privados, difícilmente existe claridad respecto al beneficio que esto supone a las grandes empresas. El monopolio turístico, particularmente en San Pedro de Atacama, no pertenece a las comunidades indígenas y, por lo tanto, también eso me parece que se debe considerar. También es importante señalar y no omitir, el tema del tráfico de drogas y los 1400 kilos de cocaína que ingresaron a Europa desde Chile en un camión del Rally y del cual todavía no tenemos ningún antecedente de que se haya hecho alguna investigación. Por lo tanto, para cualquier persona común y silvestre de este país, que pudiera conocer estos antecedentes, podría y estaría en todo su derecho de pensar que el rally esconde alguna actividad relacionada al narcotráfico, que es importante señalarla, investigarla y denunciarla, para ir descartando esas posibilidades. Mientras eso no se haga, a mi me parece importante volver a señalar, que fueron 1400 kilos de cocaína, más de una tonelada de cocaína que se ingresó a Europa desde Chile y, eso, no se puede pasar por alto sin tener alguna consideración mayor.»
Cabe recordar que estos hechos fueron descubiertos el pasado mes de febrero del presente año, cuando tras la realización de la versión 2013, un camión asistencial procedente de Valparaíso, ingresó al puerto de Le Havre, en Francia, con 1,4 toneladas de cocaína.
Con respecto a los daños provocados por el evento, cuyos efectos no han sido constatados en su totalidad en ninguna de las versiones, no habiéndose establecido responsabilidades por los perjuicios, así como tampoco medidas de mitigación o compensación alguna, Huerta sostiene que «creemos que es importante que se cumpla la ley porque, de lo contrario, no tendría sentido que exista una Ley de Monumentos Nacionales, la que hasta hoy ha sido vulnerada por el Estado que ha articulado un trabajo para proteger a la productora francesa -Amaury Sport Organization, organizadora del evento-. Eso me parece que no debemos permitirlo como región de Antofagasta, específicamente como provincia El Loa de la comuna de Calama, que ha sido bastante postergada en relación a una serie de elementos de carácter social, por lo tanto, creemos inaceptable seguir manteniendo este rally en la región.»
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Otro de los asuntos que amerita enmienda es el inclumplimiento de lo estipulado en el Convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile en 2009, que establece la obligatoriedad de realizar una consulta indígena en aquellos lugares donde se asienten etnias originarias, como es el caso, quienes tampoco han sido informados de los efectos reales del evento. Huerta señala que ni el Consejo Nacional de Monumentos (CNM) ni ASO «se han puesto en contacto con las comunidades indígenas locales, tampoco con las instituciones culturales, en este caso con el Área de Patrimonio (AP) de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, CCTC, para poder conocer en más detalles cuáles son esos efectos. Creemos además existe un bloqueo de la información, porque nosotros desde el 2010 como AP y Mesa de Patrimonio, hemos enviado diferentes oficios a la Gobernación para saber cómo se definen estas rutas. De igual forma, en el supuesto de que se definan y se tomen todos los resguardos posibles, que pasaría en el caso de que igual exista daño ¿Quién paga?«.
Además, Huerta denuncia la falta de estudios rigurosos y alude a un interés de los organizadores en que así sea; «No hay una información muy clara, siempre es difuso, porque es la manera más clara de mantener la actividad; La evaluación sólo se hace a partir de las rutas definidas para la competición, pero si alguno de los competidores se pierde y se sale de ruta, ahí no se hace ninguna evaluación de impacto, por lo tanto, sería muy difícil lograr tener todos los estudios necesarios para ver cuáles son los daños o afectaciones de sitios que pudiera tener la realización de este certamen.»
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En base a los informes elaborados por el Consejo de Monumentos Nacionales, se calcula que habrían sido devastados al menos 207 sitios arqueológicos solo en las 4 primeras versiones, siendo que los sitios evaluados post Dakar son una mínima parte de los que ameritaban medidas de protección. En 2013 se registró un 25 % de sitios afectados.
El entrevistado hace referencia a los daños causados a los geoglifos del sector de Chug Chug, cerca de 500 vestigios dibujados por etnias locales, datando los más antiguos del año 1000 a.C , algunos de los cuales se vieron afectados después de que uno de los competidores se saliera de la ruta; «Lo mismo pasa en otras regiones del país, donde se han visto afectados rutas troperas, rutas caravaneras, y no solamente por el paso de los vehículos, también en los primeros años de la realización del rally, una de las cosas inaceptables que consideramos, por tratarse de una organización europea, es que ellos enterraban la basura debajo de la tierra del desierto, pensando que con eso iba a quedar tapado. Nosotros somos bastante respetuosos con nuestro hábitat, y frente a lo que sucede en esta región con la prospección minera y el desarrollo de la minería, que ya es un tema preocupante, sobretodo respecto a la contaminación y el impacto, adicionarle más cosas a una zona como ésta, sería liquidarla. Creemos que se puede proteger, que se puede trabajar en conjunto, y estamos dispuestos a defender nuestra postura a través de un trabajo de socialización hacia la comunidad para que puedan entender por qué tenemos esta postura respecto a la realización del rally”.
¿Existe algún tipo de beneficio para la ciudad de Calama?
«La verdad es que con la mano bien en el corazón, pienso que es una actividad deportiva que genera interés en los deportistas que quieren conocer los vehículos y algunos personajes famosos que compiten en el certamen, pero fuera de eso, no visualizo que haya un aporte. Esta es una actividad que monta y desmonta por donde pasa. Si efectivamente el rally, quiere considerar el lugar donde se hace, en este caso el Desierto de Atacama, como un lugar para llamar la atención como un destino turístico, ellos en ningún caso han realizado ningún tipo de tríptico o producto publicitario que evidencien el nivel de arqueología y de historia que tiene esta región y, eso, no debe ser aceptado.
Siendo bien responsable con lo que uno dice y hace, creo que el Estado chileno debería al menos dar una explicación de cuál es el nivel de complicidad que existe en la realización de esta actividad, para permitir los delitos con respecto al patrimonio arqueológico que se comenten en este país, que son evidentes y que se han denunciado desde que comenzó esta actividad en Chile. Y no me quiero referir sólo al gobierno de turno, porque los últimos gobiernos que hemos tenido, que son bien distintos, de igual manera han apoyado la realización de esta actividad. Entonces creo que sería bueno invitarlos a la pizarra y pedirles una explicación respecto al por qué existe esa complicidad de no permitir que sea la productora francesa la que cumpla las normativas legales que existen en Chile para la realización de esta actividad y para salvaguardar lo que tiene que ver con el patrimonio en nuestro país.»
Para la versión del próximo año, el Gobierno, a través del Instituto Nacional de Deportes (IND) ya ha abonado la cantidad de $4 mil millones de pesos, monto que se suma a los aportes realizados por los gobiernos regionales a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR); «La única región en la que logramos que el Consejo Regional tomara la decisión de no entregar más recursos, fue ésta», señala Huerta.
¿Es necesario que se endurezca la legislación ambiental para impedir este tipo de eventos?
No sé si sea esa la solución. Pero las cosas que hoy ocurren en este país, en otros países no se permiten. Tiene penas que son fuertes y, por lo tanto, creo que el tema es cómo mejoramos la institucionalidad en general y la salvaguarda del patrimonio. Es decir, que exista una buena ley, que recoja no solamente el carácter monumental del patrimonio, sino que también el paisaje natural y cultural. Por otro lado, de qué manera la institución que debe preocuparse de eso, que es el Consejo de Monumentos Nacionales, debiera descentralizarse, porque no es posible que hoy sólo funcione en Santiago y en región no tengamos un encargado del CMN. Por lo tanto, hay que avanzar en ese objetivo y descentralizar y darle la importancia que tienen las regiones en el tema de la protección patrimonial. Y lo otro, es que los gobiernos locales, o los municipios que administran las comunas, también tengan claros los instrumentos de desarrollo donde estén contenidos aquellos elementos de protección patrimonial para evitar la destrucción patrimonial. La protección patrimonial va a suceder una vez que se encadenen todas las instituciones. Si no somos capaces de lograr un encadenamiento institucional en torno al patrimonio y que el patrimonio, dado un factor humano y cultural, debiera estar presente en todas las definiciones de todas las políticas sociales, la verdad es que vamos a estar muy lejos de que exista una salvaguarda concreta y una internalización en todos los integrantes de la comunidad para efectivamente proteger de lo que estamos hablando.»
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Huerta concluye que «Nuestra postura se mantiene firme y la queremos relevar y socializar con la comunidad para que se haga parte de todos los habitantes de la comuna, y que no se analice como una actitud de estar en contra de esta actividad deportiva en ningún caso. A nosotros sólo nos interesa que el patrimonio sea protegido, que estos 10 mil años de historia, esta poca precipitación nos deje los cerros y los paisajes de la manera como están. No necesitamos una actividad como el rally para potenciar nuestro destino turístico. Y lo otro que es lamentable, es que una actividad como esa, deje evidencias de haber pasado por este desierto y tampoco ellos, los organizadores, consideren dejar el espacio de la manera en que lo tomaron. Sería muy difícil, porque estamos hablando de un desierto, y para la gente que no es de este lugar, consideran que los cerros no tienen ningún valor patrimonial, pero nosotros no tenemos la misma idea, porque es nuestro hábitat. Amamos nuestros cerros desnudos de la manera como están y, frente a eso, y por todo lo que significa este tema patrimonial asociado a este paisaje, nosotros queremos rescatar la historia y tener un relato más continuo y profundo. Indudablemente, el rally nos podría entorpecer ese trabajo y nosotros queremos que no se haga para, efectivamente, poder lograr poner en agenda lo que es el valor patrimonial de esta región y esta comuna; Creemos que en esta actividad debiera realizarse en otros lugares donde el paisaje natural no sea tan importante como lo es acá».
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