Isla Ascensión, una nueva área marina protegida de 443.000 km²

La medida ambientalista es parte del programa Blue Belt, y se dio gracias a Blue Marine Foundation, la Real Sociedad para la Protección de las Aves, la coalición Great British Oceans, organizaciones no gubernamentales, científicos, funcionarios públicos y políticos de Reino Unido

Isla Ascensión, una nueva área marina protegida de 443.000 km²

Autor: Pedro Pérez

Ascensión, una isla de origen volcánico ubicada al sur del océano Atlántico, estará dentro de poco rodeada de una nueva área marina protegida de 443.000 kilómetros cuadrados, y ayudará a la conservación de especies como la tortuga verde, el pez espada, el tiburón, el atún, el marlín y aves como los fregata y los charranes.

La medida ambientalista es parte del programa Blue Belt (Cinturón Azul), y se dio gracias a Blue Marine Foundation, la Real Sociedad para la Protección de las Aves, la coalición Great British Oceans, organizaciones no gubernamentales, científicos, funcionarios públicos y políticos de Reino Unido.

Es un territorio británico que forma una dependencia junto con las islas Santa Elena y Tristán da Cunha, donde existen 44 cráteres, todos ellos durmientes y no extintos. Su exuberante belleza natural dista unos 1.200 kilómetros de la tierra habitada más cercana.

Se espera que a partir de estas zonas de conservación las poblaciones de peces puedan ser hasta siete veces mayores que en el resto del mar.

Además, Ascensión, también conocida como la isla de Darwin, es un punto de reunión para las tortugas marinas de la especie Chelonia mydas (tortuga verde), que acuden anualmente desde Sudamérica, de diciembre a junio, a depositar sus huevos en la arena.

En este territorio conocido como «la isla de las tortugas verdes», hace vida el cangrejo moro, Grapsus adscensionis.

Ahora, el Consejo de la Isla Ascensión cuenta con todo el apoyo del Gobierno británico para designar todas sus aguas como un área marina protegida y sin pesca permitida, expresó el canciller Philip Hammond.

Actualmente, las áreas marinas protegidas cubren el 7,6 % del océano global, y “Reino Unido está en una posición única para liderar el camino en la protección de los océanos y la preciosa vida marina del mundo”, destacó el Secretario de Medio Ambiente, Michael Gove.

«El progreso de hoy hacia la protección total de todas las aguas de la isla Ascensión es un paso importante para la expansión de nuestro Cinturón Azul y la protección de un tercio de los océanos del mundo para 2030. Espero que los países de todo el mundo sigan el ejemplo», manifestó.

Las autoridades resaltan la utilidad de este tipo de iniciativas de corte ambientalista y conservacionista por su valiosa contribución a la salud y las funciones del océano.

Acerca de este particular, el especialista marino de ONU Medio Ambiente, Ole Vestegaard,afirma que «las intervenciones ambiciosas para proteger ecosistemas marinos y costeros, como los de la isla Ascensión, son extremadamente útiles, no solo por la biodiversidad única que albergan, sino también por su valiosa contribución a la salud y las funciones del océano. En esencia, son una solución efectiva, basada en la naturaleza, que contribuye a la acción climática».

Según la historia escrita, fueron Charles Darwin y Joseph Hooker quienes idearon un plan para hacer la isla habitable para humanos. Y de acuerdo con el último conteo (2010), la población era de 884 habitantes, entre ellos 696 ciudadanos santahelenos, 106 ciudadanos británicos, 70 estadounidenses y 12 de otras nacionalidades.

También se cuenta que la isla del fin del mundo está ubicada donde murió Napoleón Bonaparte.

Para acceder a este islote remoto, los visitantes deben o bien arribar por mar en un velero o carguero, que suelen pasar cada dos meses por la zona provenientes de Sudáfrica o Inglaterra, o pagar una cifra elevada por un billete en un avión militar que une las islas británicas con Ascensión.

Además, para entrar, las personas deben obtener un permiso por escrito del representante de la Reina, conocido con el título de Administrador.

De acuerdo con ABC, desde 2017 Airlink dispone de un vuelo semanal, cada sábado, desde Johannesburgo y Ciudad del Cabo, con escala en Windhoek (Namibia), con precios que oscilarán entre los 904 y los 1.783 euros.

El biólogo Sam Weber describe a esta Isla así: «A nivel superficial parece un paraíso tropical, está húmedo, hay un montón de plantas, pero si uno rasca la superficie realmente no va mucho más allá de eso. No hay ninguna de las complejas interrelaciones que cabe esperar de un verdadero bosque tropical nuboso, y todas las especies que estaban aquí están desapareciendo«.

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