Violando el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Japón anunció que reiniciará la matanza de ballenas en la Antártica, argumentando que lo hará para seguir investigando científicamente a estos mamíferos marinos. Luego de su anunció realizado hace unos días, inmediatamente la protesta internacional comenzó a hacerse sentir en países latinoamericanos pero también con el anuncio de Australia y de la organización internacional Sea Shepherd de enviar barcos a vigilar la zona de caza si los esfuerzos diplomáticos fracasaban.
Australia está “muy decepcionada” por la decisión japonesa de reanudar la caza de ballenas en la Antártida y, por ello, ha decidido llevar el asunto “a las máximas instancias” para intentar que el Gobierno de Tokio cambie de parecer, señaló Brandis ante el Senado, según informó eldiario.es.
En tanto El barco de Sea Shepherd Steve Irwin, actualmente amarrado en Melbourne, Australia, está siendo preparado para la segunda campaña para combatir la pesca furtiva de merluza negra en el Océano Austral.
“Sea Shepherd es una organización contra el furtivismo. Estamos preparados para hallar, documentar, informar e intervenir cuando sea posible contra las operaciones furtivas que amenazan el valioso equilibrio de la vida en el Océano Austral, sean quienes sean los furtivos, sea cual sea la vida que amenacen”, decía Alex Cornelissen, CEO de Sea Shepherd Global. “Si Sea Shepherd se encuentra con una actividad delictiva, entonces nuestra trayectoria habla por sí misma. Intervendremos directamente para impedir que ocurra ese delito”, concluía.