Un equipo de biólogos ha encontrado que algunas áreas de la Antártida están cada más verdes, a medida que el cambio climático vuelve más cálido al continente austral. Los autores dicen que sus resultados son paralelos a los efectos observados en el Ártico, que actualmente experimenta un aumento en la cubierta vegetal, debido al mismo factor ambiental.
Los investigadores encontraron algunas tendencias preocupantes en la Antártida y publicaron su trabajo en Current Biology. A medida que la temperatura aumenta lentamente, se crean las condiciones para el crecimiento de plantas más favorables, particularmente el musgo, que ha aumentado significativamente, cubriendo algunas áreas que antes estaban desnudas. Como se espera que el calor siga aumentando, se prevé que el efecto sea directamente proporcional, alterando el ecosistema de la Antártida de manera radical.
«Los aumentos de temperatura durante la mitad del siglo pasado en la península Antártica, han tenido un efecto dramático en los bancos de musgo que crecen en la región», dijo el Dr. Matt Amesbury, de la Universidad de Exeter, Reino Unido. Las temperaturas más cálidas han hecho que el ambiente frío, árido y rocoso de la Península sea cada vez más hospitalario para las plantas, y esto se ha observado especialmente durante el último medio siglo.
Los registros climáticos tomados en la Antártida, como la temperatura y las precipitaciones, sólo datan de la década del ’50, pero los datos de muestreo básicos sobre la vida de las plantas, se remontan a unos 150 años, por lo menos. Esto ha dado a los biólogos una buena imagen de cómo está cambiando el musgo en la Península Antártica, como resultado de las temperaturas en aumento.
Mientras algunas áreas de hielo han visto aumentar su extensión global en la región, también se han documentado y verificado fenómenos como el calentamiento, el aumento de la precipitación, la fuerza del viento, y ahora la ecologización. Todos estos también son el resultado del cambio climático. «Si esto continúa, con cantidades crecientes de tierra sin hielo y el retiro constante de glaciares, la Península Antártica será un lugar mucho más verde en el futuro», explica el Dr. Amesbury.
La Antártida es el lugar más frío, ventoso y seco de la Tierra. Tiene 14 millones de kilómetros cuadrados, pero sólo el 0,3% del continente es soporte para la vida vegetal. Sin embargo, lo que la investigación encontró fue que incluso los más ligeros aumentos de temperatura en la región conducirán a cambios rápidos en la cubierta vegetal, lo que inevitablemente alterará el ecosistema, la biología y el paisaje de este frío y blanco continente.
Por IFLScience
El Ciudadano