La importancia de Kintuante y los ngen
Para las comunidades Mapuche Williche, los ríos y el agua forman parte de las principales fuentes que nutren la cosmovisión y vida de este pueblo. Desde mucho antes entienden que el agua es la base de toda forma de existencia. El río Pilmaiken es parte de la visión de mundo enraizada en sus antepasados, bajo la perspectiva de las costumbres y del respeto a la naturaleza.
En el sector donde la empresa quiere imponer dicha central hidroeléctrica, existe un espacio ceremonial sagrado en el cual habita el ngen mapu Kintuante, espíritu protector de las siembras, de los lawen, la medicina mapuche; además entrega vida y fuerza a través de rogativas y ceremonias ancestrales, como por ejemplo los ngillatún, en la cual se pide las buenas cosechas y fuerzas para todos los que habitan el territorio.
Otra forma antigua es el lepun, ancestral rogativa de limpieza espiritual, que se ejerce en la actualidad en el espacio ceremonial donde se intentan imponer las represas. Para la autoridad ancestral, Machi Millaray Huichalaf, la relación de los Mapuche Williche con el territorio sagrado es la base cultural de la cosmovisión. Y el uso de las hierbas medicinales que se encuentran en la ladera del río, son una parte fundamental de su existir.
También la organización política ancestral está presente en estos territorios con la presencia del werken (vocero) Ruben Cañío, y de la misma Machi, entre otras autoridades, los cuales expresan diversas manifestaciones de ordenamiento político existente desde tiempos antiguos en la sociedad mapuche. Estas autoridades afirman que destruir el lugar sagrado y el río, es atentar contra toda forma de vida.
Respecto a esto, diversos son los estudios antropológicos y socioculturales que confirman la existencia de comunidades mapuche Williche en torno a la protección del río Pilmaiken. Según un informe realizado en el año 2012 por el antropólogo Roberto Morales, el historiador Martín Correa y el antropólogo y doctor en Metodologías de la investigación Rodrigo Moulian, “este espacio tiene una carga cultural importante ya que las comunidades que habitan en torno al río Pilmaiken hacen uso del espacio sagrado para ejercer diferentes ceremonias como el trawun, nguillatún y wetripantu, todas prácticas realizadas de tiempos inmemoriales que están relacionadas al ngen mapu kintuante, espíritu protector que sustenta la cosmovisión mapuche” (Morales, Correa y Moulian, 2012).
El territorio sagrado es la fuente de conocimiento principal del pueblo Mapuche Williche. A través de la cultura oral y espiritual, los ancestros han comunicado el rito y las formas de hacer las ceremonias que están relacionas directamente con el respeto a los ngen o espíritus que dan vida a esta zona. Según el Werken Ruben Cañío, los sitios ceremoniales son de vital importancia; “toda la Futawillimapu, el territorio que parte desde la actual Región de los Ríos hasta Chiloe, conoce los ngen (espíritus) y saben de la existencia del ngen mapu Kintuante”.
Los ngen son entidades espirituales que guían y ordenan al mapuche williche, entregan fuerza para vivir, buenas siembras, cultivo y cosechas, entre otros aspectos. En los espacios ceremoniales juegan un papel importante los reñís, son lugares donde no existe el tiempo, y las almas de los muertos, de las familias que viven en el cementerio, que está en frente del río, realizan un camino, un recorrido por el río, según comentan los mapuche williche del Pilmaiken.