Los militares canadienses están investigando un extraño sonido, agudo y metálico, que parece venir del fondo del mar, cerca de un puesto fronterizo en el Ártico.
De acuerdo a CBC News, los miembros de la aislada comunidad de Igloolik, Nunavut (Canadá), han estado escuchando un ruido que no tiene una causa identificable. Por eso, las Fuerzas Armadas canadienses están «dando los pasos adecuados para investigar activamente la situación».
El ruido, que ha siso descrito vagamente como tañido, resonancia o pito, se ha estado escuchando por varios meses en en el estrecho de ‘Fury and Hecla Strait’, aproximadamente a 120 kilómetros al noroeste de Igloolik.
La región tiene una población escasa y es conocida por la riqueza de especies de mamíferos marinos, especialmente en verano, los que son objetivo de caza para el pueblo Inuit (esquimales). Estos cazadores han estado escuchando los extraños sonidos y han señalado que éstos parecen estar ahuyentando a la fauna salvaje del área.
Las personas que visitan la región en yates privados también dicen haber oído un misterioso tañido, el que aparentemente también se puede escuchar a través de los cascos de las embarcaciones más grandes, y no sólo por quienes están más en contacto con la superficie del agua.
CBC News señala que sus reporteros aún tienen que escuchar el sonido por sí mismos, y por el momento no han recibido información adicional de quienes aseguran haberlo escuchado, pero luego de los reportes iniciales han surgido varias hipótesis sobre su origen.
Una de estas teorías señala a la compañía minera ‘Baffinland Iron Mines Corporation’, quienes están en la mira de los activista ecológicos locales, porque confunden a las ballenas y los narvales del área cuando realizan estudios con instrumentos de navegación por sonido. Sin embargo la empresa afirma que no intervino el área durante el último verano.
Además, el gobierno local asegura que no ha emitido permisos territoriales a ninguna compañía o grupo para construir o realizar trabajos hidrográficos en la región.
Algunas personas han sugerido que Greenpeace puede estar implementando emisores sonares submarinos con el fin de ahuyentar a la fauna marina para que los Inuit no logren dañarla durante la caza. Un vocero del grupo negó esta acusación a CBC News, señalando que la organización respeta el derecho de los Inuit a la caza.
El Departamento Nacional de Defensa de Canadá, dice que es muy poco probable que la causa sean los submarinos que pasan por el área. Pero Igloolik está a sólo 70 kilómetros de una base militar activa, lo que podría alimentar las hipótesis de quienes se inclinan a pensar en actividades militares secretas.
Los bello de esto es que los mitos seguirán siendo mitos, porque no existe evidencia alguna que apunte hacia el Kraken o Cthulhu.
Artículo original en IFLScience
El Ciudadano