Diversas empresas transnacionales están al acecho en República Dominicana para la explotación de territorios, entre ellas Barrick Gold, Falconbridge y Unigold. Asimismo, en este último tiempo diversas acciones de resistencia se han llevado adelante en dicho País, registrándose frente a algunas de ellas situaciones de violencia desde agentes represivos del estado para amainar las movilizaciones de protesta que exigían derechos sociales y nacionalización de una mina. El escenario es complejo.
La minera canadiense Falconbridge (Falcondo Xstrata Nickel) ha tenido serias dificultades en República Dominicana para la explotación de una montaña rica en ferroníquel por los diversos impactos que esto atraería a la población y el medio ambiente, existiendo resistencia de buena parte de la población, incluso el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) recomendó su no explotación, lo que fue acogido por el actual gobierno y negó los permisos. El ministro de Medio Ambiente dominicano, Bautista Rojas Gómez, dijo en rueda de prensa en junio de este año que la decisión se tomó «hasta tanto las condiciones socioeconómicas y ambientales y las tecnologías de explotación minera garanticen una explotación sostenible» de loma Miranda, ubicada en la provincia La Vega en el centro del país. La empresa ha venido amenazando que retirará sus operaciones del País.
Sin embargo, paralelamente, el gobierno dominicano y la empresa canadiense Barrick anunciaron en mayo de este año una renegociación en el contrato de explotación de oro y plata que ejecuta la empresa minera en dicho país: la faena Pueblo Viejo, que inició sus operaciones a fines del año pasado, cuyos “mayores beneficios” para el estado dependerán del valor de la onza en el mercado. Por su parte, la Fundación Justicia y Transparencia presentó en su momento ante la Justicia un recurso de amparo, pidiendo la inconstitucionalidad del acuerdo con la corporación minera.
En abril de este año, organizaciones populares mantuvieron en varias provincias del norte un paro de 48 horas en demandas de obras sociales y para pedir la nacionalización de la mina de oro Pueblo Viejo, considerada una de las mayores del mundo. Las movilizaciones causaron un grave accionar represivo, en efecto, un oficial de policía y uno de los manifestantes de la sociedad civil murieron tras recibir balazos en medio de las protestas, dejando a varios civiles heridos.
La Asamblea Nacional Ambiental –ANA señaló que “el Congreso de la República Dominicana aprobó de forma irracional, con métodos arbitrarios impuestos por el Partido de la Liberación Dominicana, y en contubernio con una facción del Partido Revolucionario Dominicano, un contrato lesivo para la República Dominicana a favor de la empresa Barrick Gold Pueblo Viejo. Sabemos por igual que una minoría de congresistas rechazó este contrato y exhibieron una postura patriótica y correcta de rechazo a ese accionar…”, indicó Omar Bros, presidente de la Asamblea en atención a la decisión legislativa asumida en abril de este año. Ek dirigente también explica: “Los ecosistemas donde se practica la megaminería son alterados irreversiblemente o destruídos. Tenemos el caso de la Alcoa en Pedernales, la Falcombrigge en Bonao y la propia Rosario Resources como ejemplos palpables, para entender que donde la actividad minera actúa, se modifica el ambiente, y esto de una manera irreversible…”
Con respecto a las economías territoriales, el representante de la Asamblea Nacional Ambiental indica: “El beneficio en las comunidades locales no es proporcional al daño ambiental que generan las megamineras irresponsables. Podemos ver los índices de desarrollo de Pedernales, los cuales hablan por sí solos. Es un modelo económico que aunque aporta al fisco parte de sus ingresos, éstos no llegan a las comunidades que reciben el mayor impacto ambiental de la industria que sí recibe beneficios…”
Por otra parte, diversas organizaciones religiosas, populares y ecologistas vienen movilizándose desde junio de este año con un plan de lucha contra la explotación de una mina de oro ubicada en el Municipio de Restauración, cuyas exploraciones son realizadas por la empresa canadiense Unigold. Las representaciones exigen respeto al modelo de desarrollo local que se quiere promover.
Por Alfredo Seguel