La mejor forma de evitar el efecto acumulado de las intervenciones humanas en el ecosistema

El enfoque de gestión integrada de recursos hídricos se está implementando en muchos países con el fin de proteger los ecosistemas para las futuras generaciones. Sin embargo, en Chile existen importantes frenos para implementar estas nuevas tendencias.

La mejor forma de evitar el efecto acumulado de las intervenciones humanas en el ecosistema

Autor: Wari

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Las cuencas hidrográficas en nuestro país han sido históricamente explotadas sin tener en consideración su cuidado para las futuras generaciones. Tampoco hay interés por los efectos que en los demás pueden causar las intervenciones que se realizan en forma aislada. Este sistema, a la larga, terminará destruyendo las cuencas y dejando a las futuras generaciones sin acceso al agua.

El doctor en Gestión de Recursos Hídricos y experto senior de la Fundación Chile, Axel Dourojeanni, explica que “la carencia de sistemas de gestión de recursos hídricos por cuencas conlleva a la ocupación del territorio y el uso de recursos naturales de una cuenca en forma muchas veces caótica, lo que genera severos conflictos a corto o largo plazo entre los usuarios y con el medio ambiente”.

La Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) se ha logrado implementar en forma exitosa en distintos países desarrollados permitiendo un uso racional de las cuencas hidrográficas y asegurando, de esta forma, el futuro de las nuevas generaciones. Este enfoque se define como la gestión de las intervenciones que los seres humanos realizan en una cuenca y sobre el agua captada por la misma, con el fin de conciliar metas económicas, sociales y ambientales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos que dependen del uso de su territorio y sus recursos, así como minimizar los conflictos entre los interventores y con el ambiente.

En Chile, a pesar de diversas iniciativas que se han impulsado para tratar de implementar este tipo de gestión, existe un impedimento de base que ha frenado todo tipo de impulsos. Como explica Axel Dourojeanni, “cuando se ha tratado de crear corporaciones se pone siempre primero el tema del cambio del derecho del agua. Los que tienen el derecho a perpetuidad sin pago alguno bloquean todo,  protegen ese derecho. Entonces, en Chile no se avanza por ese problema”.

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Según Dourojeanni “hay poderosos enemigos de la gestión integrada de agua por cuencas porque hay intereses creados y porque se mezcla la mejor organización con el tema del derecho. Cada vez que se habla del derecho se van a crear unos lobbies muy fuertes para proteger los derechos ya adquiridos”.

El experto asegura que “este es un tema que es delicado porque como son derechos de propiedad entregados a perpetuidad sin pago alguno, si se toca el derecho de propiedad en Chile, sale publicado a nivel mundial que en Chile no se respetan los derechos de propiedad y, por lo tanto, se retrae la inversión extranjera y viene toda la cadena negativa”.

Para el Doctor en Gestión de Recursos Hídricos es fundamental tratar el tema de la gestión del agua de manera separada del derecho a pesar de que “muchos consideran que es imposible”.

Sin embargo, Dourojeanni considera que se puede hacer algo intermedio: “Los derechos deben ser entregados de forma indefinida al usuario pero sujetos a un buen uso, que tienen caducidad de término si es que no lo usan bien. Hay muchas cosas que se pueden hacer respetando los derechos, no quitando los derechos, pero eso requiere que el tema del agua esté desprovisto de ideologías”, afirma el experto.

Por otra parte, es imprescindible, según Dourojeanni, que se destinen recursos económicos para realizar una eficiente gestión integrada de las cuencas: “Cuando vivimos en una zona urbana pagamos por los servicios comunes, pero nadie quiere pagar el mantenimiento y gestión de la cuenca, que tiene que ver con la protección de la cuenca, con la información al día, eso requiere dinero que nadie quiere pagar. Sin dinero no resulta, debe haber un equipo técnico. La gestión integrada necesita un equipo técnico para fiscalizar los usos y para hacer un uso racional de los recursos”.

Si eso no ocurre, explica el experto, las organizaciones de gestión de recursos hídricos por cuencas terminan siendo a lo sumo órganos solo de consulta (los órganos se denominan comúnmente comités de cuenca, consejos de gestión de recursos hídricos por cuenca, mesas de agua u otros), sin disponer de un organismo de apoyo permanente a dichos consejos, es decir, organismos con personería jurídica, personal calificado permanente, financiamiento y capacidad para formular y aplicar planes en forma participativa, pero sobre todo con capacidad para regular todas las intervenciones humanas sobre el agua y la cuenca.

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