La Organización Marítima Mundial (OMI) estableció en 1978 que cada 17 de marzo se conmemore el Día Mundial del Mar, fecha que busca promover la conciencia sobre los problemas de los mares en el mundo.
Cada año durante esta celebración diversas organizaciones del mundo hacen énfasis en la necesidad de preservar la vida marítima, ya que la contaminación está afectando implacablemente la supervivencia de las especies del océano.
Las estadísticas más recientes señalan que los desechos sólidos o basura marítima se han incrementado considerablemente, haciendo que la vida de los peces y demás especies se vean sometidas a los riesgos por la alta contaminación, reseñó el portal Nuevo Día.com
Es tal el volumen de desechos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que en los próximos 30 años, podría haber más plásticos que peces en los océanos.
El Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia dio a conocer que 1,5 millones de aves, peces, ballenas y tortugas mueren al año por consumir desechos plásticos, y que esta situación podría agravarse.
Dadas las amenazas a que están sometidas las aguas marinas y sus especies, se han creado figuras jurídicas internacionales para su protección.
Una de ellas es la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en Montego Bay, Jamaica, el 10 de diciembre de 1982, incluyendo en un solo instrumento el régimen de las zonas marítimas y el de los fondos marinos.
Fue finalmente en 1994 cuando se logró el acuerdo en el que se da forma a la autoridad de los fondos marinos, que es la directamente responsable de la organización de la exploración y explotación de estos espacios.
Pese a ello y los esfuerzos realizados por muchas organizaciones internacionales y ecologistas, se sigue agrediendo a los mares y a sus habitantes, convirtiéndose en una verdadera amenaza mundial la contaminación por plástico y desechos sólidos.
¿Qué podemos hacer para enfrentar esta situación?
Como ciudadanos del mundo tomar acciones que de alguna manera se traduciría en la solución de este grave problema:
- Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía.
- Hacer compras seguras y sostenibles de pescado.
- No comprar productos que se aprovechan de la vida marina
- Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el mar.
- Viajar por el mar responsablemente.
- Cuando visitemos playas y costas no dejemos desperdicios en la orilla.
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