La parte central de la falla de San Andrés puede representar un peligro sísmico

Contrario a las estimaciones previas, un nuevo estudio sugiere que en la parte central de la falla podrían haberse producido terremotos fuertes hace miles de años

La parte central de la falla de San Andrés puede representar un peligro sísmico

Autor: Pedro Guzmán

La parte central de la falla de San Andrés, considerada como ‘lenta y silenciosa’, que atraviesa el estado de California (EE.UU.) de sur a norte todavía puede representar peligro sísmico. Así lo advierte un artículo publicado en la revista Geology el pasado 25 de febrero. 

La falla, que forma el límite téctonico entre la placa Norteamericana y la del Pacífico, comprende tres secciones principales que pueden moverse independientemente en direcciones opuestas.  Dos de ellas, la del sur y la del norte, están bloqueadas la mayor parte del tiempo, lo que conlleva a que la tensión sísmica se acumule durante años o siglos, y posteriormente se transforma en un sismo, detallan en un comunicado de la Universidad de Columbia. 

«En la sección central, que separa a las otras dos, las placas se deslizan entre sí a una velocidad estable y constante de 26 milímetros más o menos cada año. Esto evita que se produzcan tensiones y no haya grandes terremotos. Esto se llama fluencia asísmica», explican.

Sin embargo, el nuevo estudio, basado en el análisis de las rocas perforadas a unos tres kilómetros de profundidad, puso al descubierto que precisamente en esta parte podrían haberse registrado fuertes sismos en el pasado, una percepción contraria a las consideraciones previas. 

«Esto significa que podemos tener terremotos más grandes en la sección central de lo que pensábamos. Debemos ser conscientes de que existe este potencial, de que no siempre es una fluencia continua», señaló uno de los autores principales de la investigación, Genevieve Coffey.

Terremotos fuertes miles de años atrás

En el marco de la exploración, los expertos establecieron que hubo más de 100 movimientos telúricos de una magnitud de al menos 6,9 en la mayoría de ellos. Los científicos suponen que estos sismos se habrían originado en la parte central o habrían empezado en el norte o el sur, migrando a través del centro. 

Aunque no se encontraron evidencias de sismos fuertes en la zona en los últimos 2.000 años, los especialistas recordaron que se trata de ‘un parpadeo en términos geológicos. Además, advierten que la sección en cuestión es muy difícil para los estudios paleosismológicos, dado que «la evidencia de los terremotos puede ser fácilmente borrada por la fluencia», según Morgan Page, experta del Servicio Sismológico de EE.UU. 

No obstante, los residentes locales no deben preocuparse tanto, dado que las normas de construcción de viviendas en California son «bastante buenas», mientras que «eventos sísmicos son inevitables«, enfatizó Stephen Cox, coautor del estudio.

Fuente RT

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