La minera canadiense Barrick Gold ha continuado presionando a la comunidad del Valle del Huasco para dividirla, aún cuando Pascua Lama sigue detenido por graves incumplimientos ambientales que tienen al proyecto con procesos sancionatorios. La Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes, una de las organizaciones que hasta el año 2005 fue parte de la oposición al mega proyecto, ha recibido desde el año 2006, 30 millones de dólares.
Barrick solicitó al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) que decretara el cierre temporal de Pascua Lama, pese a que el proyecto ya estaba paralizado. Así pretendía abaratar costos, ya que de aprobarse dicha solicitud, conseguirían por una parte reducir el cumplimiento de las exigencias ambientales vigentes en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y, por otra, dejarían de pagar los tres millones de dólares anuales convenidos con la Junta de Vigilancia conformada por los accionistas de agua del Valle del Huasco.
Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), irónicamente manifiesta que esta era “una leguleyada de la Barrick”, pues intentaba superponer resoluciones de cierre de faenas de diferentes servicios del Estado. Agrega que “es un cierre sobre un cierre, pero desde el punto de vista legal, es distinto”, pues estando paralizada por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), Barrick “no suspende la vigencia de los compromisos de la empresa, todo lo contrario”. Cuenca explica que, además de continuar entregando el monitoreo de glaciares, “también tenía que seguir pagándole los tres millones de dólares a la Junta de Vigilancia”.
Nicolás del Río, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Huasco y sus Afluentes informó en una conferencia de prensa en Vallenar el nuevo golpe que le habían dado recientemente a Barrick Gold. El regante afirmó que la Corte Suprema, este 13 de marzo, les había dado la razón “al acoger por un fallo unánime (5-0) un recurso de protección interpuesto en contra del Sernageomin y la Compañía Minera Nevada (nombre de fantasía de la internacional canadiense en Chile), dejando sin efecto el Plan de Cierre Temporal del Proyecto Pascua Lama”, decretado el 29 de septiembre de 2015.
Sernageomin tuvo una conducta “arbitraria”
La historia del conflicto con Barrick Gold es larga. El año 2005, antes de que el ex Presidente Ricardo Lagos aprobara el proyecto Pascua Lama, la Junta de Vigilancia firmó lo que se conoció como el Protocolo de Acuerdo entre Barrick y la organización de regantes. Entre otras cosas, comprometía a la minera canadiense a desembolsar 60 millones de dólares en 20 años, entregados en cuotas de tres millones anuales. Esta fue una estrategia para dividir a los agricultores, principal grupo opositor al proyecto hasta ese año.
El acuerdo se cumplió hasta el mes de septiembre del año 2015 debido a que entonces el Sernageomin aprobó la solicitud de Barrick, mediante la Resolución Exenta N°2418, de acogerse a un Plan de Cierre Temporal.
Según la multinacional aurífera, de esta forma se hacía cumplir el párrafo quinto de la cláusula octava del Protocolo de Acuerdo, donde se sostenía que si las faenas de Pascua Lama se paralizaban por motivos económicos, podía cesar el pago de los tres millones de dólares anuales. Entonces, la Junta de Vigilancia presentó un Recurso de Protección contra esta resolución del Sernageomin, puesto que existían procesos pendientes en la SMA que hacían que el proyecto en la práctica ya estuviera detenido.
Si bien el recurso fue rechazado en agosto de 2016 por la Corte de Apelaciones de Santiago, en marzo de 2017 fue acogido por la Corte Suprema que declaró que el Sernageomin “se apartó del principio de imparcialidad” y que su conducta había sido “arbitraria”, dándole la razón a la organización de regantes.
Por eso, en la conferencia de prensa realizada el 20 de marzo recién pasado en Vallenar, Nicolás del Río, presidente de la Junta de Vigilancia, hizo un llamado explícito a los ejecutivos de Barrick “a concurrir con el pago de las cuotas suspendidas que tienen en una difícil situación a nuestra organización de usuarios”.
«Para Barrick este fallo es un golpe»
Constanza San Juan, vocera de la Asamblea del Guasco Alto, expresa que era “muy extraño” que el Sernageomin aprobara el Cierre Temporal del proyecto Pascua Lama cuando “la empresa estaba paralizada (anteriormente), con dos procesos sancionatorios abiertos por parte de la SMA”.
Para San Juan “la Junta de Vigilancia interpuso el recurso de protección porque, entre otras cosas, ponía en peligro el medio ambiente, pero también porque hay un tema de dineros con Barrick”. Agrega que quien más ganaba era Barrick, pues “el cierre temporal (del Sernageomin) le ayudaba a la empresa a ahorrarse mucho dinero”, ya que reducía significativamente el cumplimiento de las exigencias ambientales que están establecidas en la RCA.
Lucio Cuenca manifiesta que “el Sernageomin excedió sus atribuciones legales, pues debió haber considerado las condiciones ambientales del proyecto”. Además, afirma que este fallo beneficia a la comunidad en la medida en que “se restablecen los compromisos ambientales relacionados con la RCA”. Y espeta: “Para el conflicto, es una buena medida; para Barrick, este fallo es un golpe”.
Para San Juan, en tanto, este fallo “devela y demuestra que los servicios públicos están corruptos y funcionan para las empresas”.