Las inundaciones de sudamérica como consecuencia de la deforestación

Breve informe sobre las causas de las inundaciones que afectan a varios países hermanos.

Las inundaciones de sudamérica como consecuencia de la deforestación

Autor: Lucio V. Pinedo

Durante la última semana de 2015, varias zonas del litoral y norte de Argentina, Uruguay y Paraguay se vieron afectadas por graves inundaciones que causaron más de 170 mil evacuados.

Estas inundaciones fueron causadas por el desborde de los ríos Paraguay, Uruguay y Paraná, que colapsaron debido a una combinación de múltiples causas. Si bien algunas de ellas son naturales, como el fenómeno «El Niño», otras son responsabilidad de los humanos, como la deforestación, y podrían haberse evitado.

A su vez, causas naturales como el ya nombrado fenómeno «El Niño» también tienen una responsabilidad humana, ya que su intensificación con el correr de los años está ligada al cambio climático.

inundación en Concordia - Entre Ríos, Argentina

Inundación en Concordia – Entre Ríos, Argentina.

La relación entre deforestación e inundaciones es simple: los árboles actúan como esponjas que absorben las precipitaciones. Además, con sus raíces fortalecen los suelos y liberan agua a intervalos regulares. Cuando los árboles se talan, aunque se reemplacen por otros cultivos, deja de existir esta esponja de bosque protectora, que se encarga de contener el agua, regulando su flujo naturalmente.

Cuando la pérdida del bosque se suma, además, al aumento de las lluvias en algunas zonas causadas por el cambio climático, las consecuencias son devastadoras, porque el exceso de agua no puede ser absorbido y las zonas se inundan. Además, la deforestación empeora el cambio climático, ya que los árboles no solamente absorben el agua de lluvia, sino que enfrían el ambiente.

Como puede verse en el mapa, en los últimos 15 años extensas zonas que abarcan casi todo Paraguay, gran parte del noroeste y litoral argentino, grandes partes de Brasil y algunas regiones de Uruguay han sido deforestadas.

La tala de árboles se realiza, mayormente, para ganar espacio para sembrar otros cultivos, como la soja, de gran rédito económico, pero con terribles consecuencias para el medio ambiente y para las poblaciones, que se ven afectadas por las inundaciones, la sequía, y la contaminación que producen los productos tóxicos que se utilizan en la siembra.

En Argentina ya se desmontaron bosques nativos en más de 9 millones de hectáreas, para destinar esas tierras a la cosecha de soja. 

Paraguay, por su parte, cuenta, desde el 2004, con la Ley de deforestación cero, que fue un triunfo obtenido en el Parlamento luego de que se supiera que el país era uno de los que tenía una de mayor tasa de deforestación del mundo.

Si bien de esta manera se logró una mejoría y se calcula que la deforestación se redujo en un 85% en los últimos años, el daño hecho es irreversible, y Paraguay sigue siendo uno de los países que más bosques ha perdido, por lo que ahora sufre sus consecuencias.

La pérdida de los bosques se suma, como causa de las inundaciones, a que en el 2015 ocurrió el fenómeno natural «El Niño», que sucede cuando  el agua caliente que se acumula alrededor de Australia e Indonesia es vertida hacia el este a través del Océano Pacífico, llegando a América.

Este fenómeno tiene consecuencias  en todo el mundo, que van desde fuertes lluvias hasta sequías extremas, de calor intenso a frío tenaz, y temporadas de ciclones inactivas o hiperactivas.

Si bien este fenómeno es natural, el actual es el más fuerte registrado hasta el momento, rompiendo el récord del anterior, que tuvo lugar en los años 1997 y 1998. El aumento de su intensidad tiene que ver con el cambio climático que se está produciendo en todo el mundo como resultado del accionar de los seres humanos, y que es responsabilidad de todos revertir.

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