Martín Frigon, documentalista: “Los vínculos entre políticos y el sector económico ilustra la evolución del neoliberalismo”

De Canadá a Chile, el esquema se repite


Autor: Sebastian Saá

De Canadá a Chile, el esquema se repite. Los daños provocados por los proyecto Pascua Lama y El Morro, en el Valle del Huasco, son una realidad. Si las empresas canadienses Xstrata y Barrick Gold actúan con plena inmunidad, es que tienen experiencia en desinformación y manejan los vacíos jurídicos.
Martín Frigon, realizador del documental “¡Ganar dinero y Chau!” (2004), sobre el cierre de las mineras de oro de Murdokville (Canadá) y sus consecuencias nefastas para la población y el medioambiente, siguió su trabajo en Atacama. En su última película “El Dorado, la sed de oro”, el canadiense muestra cuan desastrosas fueron las fases de exploración y la lucha de David contra Goliat, sin árbitro estatal, en que se embarcaron las comunidades de la zona. En esta entrevista nos da cuenta de su experiencia frente a las poderosas transnacionales.

-¿Cómo llegas al tema de las mineras?

En 2004, terminábamos mi primera película, sobre la pesca, y escuchamos en la radio que Murdokville, una minera de cobre que existía hace 50 años, cerraría sus puertas. Quisimos grabar los impactos del cierre sobre la población y el medioambiente. Nos interesamos en los trabajadores y su lucha porque fueran reconocidas las enfermedades respiratorias producto del trabajo en minería. Por otra parte, el cierre provocó pobreza en la zona. Me sorprendió el vacío jurídico que permitía a la compañía actuar así. Ahí supimos que una de las razones del cierre era para irse al sur de América: Chile.

-El cierre de Murdokville da cuenta que después de haber prometido riqueza y empleo a la gente, les deja sin nada cuando se van.

Sí claro, es la historia de El Dorado: Prometer mucha plata, muy rápidamente.

-¿Consideras que los canadienses están realmente sensibilizados e informados?

No, para nada. Pero estas multinacionales están financiadas por los fondos de inversión y por eso considero que es un derecho conocer como actúan. Nuestra película fue censurada en Canadá por los grandes medios, fue muy complicado para nosotros hablar de ello.

-¿Y esto se debe a la influencia de Barrick Gold?
Sí. Hay que destacar que Barrick persiguió en un juicio por varios millones de dólares a los autores de “Noir Canada” (“Negro Canadá”), un libro que les denunciaba. Esto provocó reticencias a hablar del tema en los medios tradicionales. Barrick sabía claramente lo que hacía porque así dirigió un mensaje a los medios: “¡Intenten criticarnos!”. Y logró lo que quería.

-¿Cómo comenzó el rodaje en Chile?

Marcelo me ayudó mucho. A él lo conocí en Canadá por casualidad, mientras hacía dedo, ya tenía el proyecto de la película y me dijo que era chileno y había trabajado en TVN por cinco años. Le expliqué mi proyecto y su participación aceleró el proceso.

-¿Y cómo empezaste a grabar?

Llevamos a Chile “Make money, Salut bonsoir” (“¡Ganar dinero y Chao!“) y la exhibimos. Viéndola, la gente entendió qué buscábamos. Queríamos mostrarles: “Miren lo que hicieron en nuestro país. No harán algo mejor en Chile”. Los avances del neoliberalismo aniquilaron toda forma de regulación. También nos dimos cuenta que el 60% de los costos que implica el cierre de las mineras lo pagan el Gobierno y los ciudadanos. Es escandaloso que tengamos que pagar para limpiar el trasero de esas multinacionales.

-En la película se ve que sufrieron un atentado en su auto. ¿Hubo otras amenazas?

Unas semanas antes de este atentado hubo otro: Nos cortaron los frenos de la camioneta. No teníamos la cámara en este momento pero quizás debimos escribirlo en la película.

-¿Y qué tal las condiciones de rodaje?
Intentamos durante dos años comunicarnos con los responsables de las empresas, en particular los de Barrick para que nos lleven y comenten la visita de la mina. Pero nunca lo logramos, el responsable de comunicación estaba siempre “fuera de la oficina”. Por eso fuimos una vez a caballo y otra en camioneta para tener imágenes de la mina. Yo manejaba la camioneta a 5 mil metros de altura durante doce horas, terminé el viaje yendo al cardiólogo porque estaba muy mal. Son condiciones extremas. Peor para los trabajadores, sufren muchos daños trabajando diez horas al día.

-En el documental el responsable de comunicaciones de Barrick dice que Pascua Lama no ha podido tener efectos ambientales ya que sólo está en etapa de exploración ¿Pudiste constatar impactos sobre el medio-ambiente?
Pese a lo que dicen los responsables, no existe ninguna mina que no haya tenido impactos ambientales. Es evidente que la mina a cielo abierto más grande del mundo tendrá efectos desastrosos sobre el medioambiente. Inventan soluciones como diques para bloquear el cianuro pero no es posible ya que la Cordillera de los Andes es una de las zonas más sísmicas del mundo ¿Cómo unas piscinas de productos químicos podrían garantizar ausencia de contaminación?

-¿También la Conama está comprada por Barrick?
En el documental tuvimos un encuentro con Osvaldo Ávila (director regional de la Conama) a quién lo echaron hace unos meses por corrupción. Yo sospecho connivencias entre él y Barrick pero no hay pruebas. Todo está en lo no dicho, es evidente que hay vínculos entre lo político y lo económico.

-¿Pudiste constatar connivencias entre políticos y Barrick en Chile?
Sabemos que Barrick nunca habría podido obtener el permiso final para la explotación. Hace poco Bachelet y Krichner tuvieron que usar su “derecho de veto” para que empiece la explotación de Pascua Lama. Claramente existen vínculos entre la clase política chilena y argentina y los países del norte. Antes de los 90’ estaba prohibido explotar en la frontera, por eso hicieron un tratado binacional Frei y Menem. Bajo Pinochet, ya existía un fuerte lobby para obtener los derechos de explotación pero, paradójicamente, los daños económicos y ambientales nunca han sido tan importantes como bajo la Concertación.

– ¿Y sabes de vínculos entre Munk y el poder político canadiense?

Munk fue nombrado hace poco “Compañero del Orden de Canadá” por nuestro gobernador general, Michaëlle Jean, lo cual es la distinción honorífica más alta de Canadá. Esto demuestra hasta qué punto ese tipo de gente es inatacable.

-¿Qué refleja que haya este tipo de vínculos de la política con los empresarios?

Pienso que estos vínculos entre políticos y el sector económico ilustra la evolución del neoliberalismo. En las sociedades democráticas los gobiernos protegían a los ciudadanos de las multinacionales, mientras que hoy, están a su servicio.

por Margaux Collet

El Ciudadano


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