Medio ambiente contra capitalismo: Evo concluyó la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático

El último sábado, en el municipio de Tiquipaya -en Cochabamba-, líderes indígenas y dirigentes sociales de 130 delegaciones procedentes de 40 naciones de todo el mundo, debatieron el acceso al agua y a la energía, identificaron a los responsables de la crisis medioambiental y analizaron cambios en los estilos de producción y de consumo en la II Cumbre Mundial por el Medio Ambiente y Defensa de la Vida, que promovió el gobierno de Bolivia y que concluyó este lunes.

La Cumbre, que ya tuvo una primera sesión en 2010, surgió como una propuesta de la región, luego de que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague en 2009 fuera calificada como un fracaso.

“Los organizadores de aquel encuentro -los países del sistema capitalista- son los mismos responsables de la crisis del medio ambiente”, cuestionó el presidente de Bolivia Evo Morales y agregó que estos países desarrollados “deben reconocer su responsabilidad y cumplir los mandatos emitidos en las conferencias mundiales que abordan el problema del cambio climático”.

En Tiquipaya se organizaron doce grupos temáticos en los que se trataron temas como los intereses capitalistas que amenazan a la vida; la agenda alternativa Vivir Bien; la carta universal de derechos de la Madre Tierra; los conocimientos, prácticas y tecnologías de los pueblos para contrarrestar el cambio climático y la defensa del patrimonio común. Las conclusiones de las mesas de trabajo serán presentadas en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21), que se desarrollará en noviembre, en París.

“Uno de los principales objetivos es que los representantes de los países capitalistas se comprometan a firmar acuerdos para evitar elevar los índices de contaminación ambiental con políticas de protección a la Pacha Mama”, declaró Alfredo Rada, viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales de Bolivia.

En la Conferencia se analizaron más de 5 mil propuestas que fueron elaborando alrededor de 150 expertos de todo el mundo desde hace varios meses. Entre ellas, cambios profundos en los estilos de vida, en los modelos de producción y consumo y en las estructuras de poder que rigen en la sociedad.

“Planteamos que los países desarrollados asuman su responsabilidad y su deuda histórica por la contaminación ambiental con la generación de fondos para la mitigación, para la transferencia de tecnología y la adaptación al cambio climático. Queremos hacer frente a cualquier intento de mercantilización de la naturaleza. Las resoluciones de Tiquipaya serán fundamentales para el futuro del planeta; el poder de cambiar las cosas está en manos de nuestros pueblos», manifestó el canciller boliviano David Choquehuanca.

Al evento al que asistieron los presidentes de Ecuador y Venezuela -Rafael Correa y Nicolás Maduro-, también se sumó el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que llegó a Bolivia con el propósito de conocer las propuestas que surjan de la Cumbre y aprovechó para felicitar al presidente Morales por haber introducido los derechos de la Madre Tierra en la agenda de la Asamblea General de la ONU.

«Sabemos lo que tenemos que hacer: un acuerdo que obligue a los países a contener las emisiones de gases de efecto invernadero y con bajas emisiones de carbono. Los países desarrollados deberán contribuir con 100.000 millones de dólares al año para 2020», analizó Ki-moon a tiempo de prometer la igualdad y la inclusión de hombres, mujeres, niños e indígenas para 2030. «Bolivia es un buen ejemplo de políticas paritarias, al tener tantas mujeres como hombres e indígenas en su parlamento», remarcó.

También aterrizaron emisarios del Vaticano enviados por Francisco I. En un comunicado, el Papa agradeció la invitación a la Cumbre e instó a los países capitalistas a hacer un giro en sus objetivos: “Hoy la comunidad científica acepta lo que hace mucho tiempo denunciaban los humildes: se están produciendo daños irreversibles al ecosistema. Se está castigando a la Tierra, a los pueblos y a las personas de un modo casi salvaje”.

Mediante un video, el expresidente uruguayo José Mujica se incorporó al encuentro y destacó su importancia. Sostuvo que nunca una causa fue tan común a la historia del hombre. «El capitalismo y las transnacionales establecen barreras culturales que no le permiten al hombre reflexionar sobre el medio ambiente. Hay mucho consumo superfluo, pero faltan las cosas elementales, como el agua y el techo para los humildes. Hay que voltear la mirada a los indígenas, a la forma en la que conciben y cuidan la tierra», apuntó.

La crisis ambiental preocupa al jefe de Estado boliviano. Asevera que es una responsabilidad que todos participen en este tipo de eventos a escala internacional para reducir la contaminación, así como acompañar con políticas y programas que permitan bajar la temperatura en el mundo. «Esta responsabilidad no es sólo de los gobiernos y sus líderes, sino de todos los seres humanos. Quiero convocar a la juventud, porque si no paramos este calentamiento ¿qué será del mundo en 30 años?», expresó Morales.

«El capitalismo no es sustentable, no ha resuelto nada. Los que pagan son los más pobres. Bolivia estaba sometida al capitalismo y ahora nos hemos liberado. El mundo precisa recuperar toda la seguridad milenaria y ancestral para devolver el equilibrio y la armonía a la Madre Tierra. Por eso preferimos estar sometidos a los pueblos que a los imperios. Es hora de que los países del sistema capitalista escuchen a los pueblos del mundo”, enfatizó el primer mandatario.

Del mismo modo, el vicepresidente Álvaro García Linera reveló que denunciará a las transnacionales de Norte América y Europa por destruir el planeta indiscriminadamente. “Hemos demandado una defensa personal de la Madre Tierra y vamos a llevar este debate al Congreso de la ONU, porque así como hablamos de ingreso per cápita y que un país desarrollado es un país que tiene dinero, un país medioambiental es el país que más árboles cuida por persona”.

Bolivia es, en ese sentido, el país de América Latina que más árboles tiene por habitante. Para hacer una comparación con las naciones de la región, Argentina atesora 1200, Brasil 1400, Colombia 1000, Paraguay 2500, mientras que Bolivia 5400. Aún así, el gobierno boliviano lanzó la Campaña de Forestación y Reforestación ‘Mi Árbol’, en el cual Evo Morales recomendó a los bolivianos a trabajar voluntariamente todos los sábados en la siembra de plantas hasta llegar a cinco millones en marzo de 2016.

“Tenemos la suficiente moral para hacer la propuesta, porque Bolivia es la nación más desarrollada -incluyendo a Europa y Estados Unidos- en cantidad de árboles por persona en América Latina. Esta campaña es una muestra del trabajo que realiza nuestro país en aras de cuidar y preservar el medio ambiente”, comentó García Linera, quien reconoció que «no sólo llevaremos las propuestas a París, sino que las defenderemos. Los países afectados por la contaminación, deben acudir a La Haya».

El 87 por ciento de las desgracias naturales ocurridas en el mundo en 2014 estuvieron relacionadas con el clima, según el Informe Mundial sobre Desastres difundido por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).

Según ese reporte, se registraron 317 desastres naturales que afectaron a 94 países. Las inundaciones y deslizamientos de tierra fueron responsables del 63% del total de muertes relacionadas con catástrofes y del 34% del total de afectados. La sequía fue responsable del 39% de las personas damnificadas. Se estima que en 2014 hubo cerca de 107 millones de víctimas y que de ellas murieron más de ocho mil.