Aclaren por qué la Armada disparó a los botes de los pescadores artesanales.
“Si el Gobierno quiere guerra, nosotros le haremos guerra hasta que Celco desista de la idea del ducto al mar”, desafía Eliab Viguera, vocero del Comité de Defensa del Mar, respecto del agudo conflicto socio cultural que tiene como protagonistas a la forestal de Anacleto Angelini, al Estado y la caleta de Mehuín.
En 1998, Celulosa Arauco solicitó descargar los riles -residuos industriales líquidos- de la planta de celulosa Valdivia a través de un ducto hacía el mar por la caleta de Mehuín, en la Provincia de Valdivia. El proyecto fue rechazado tenazmente por los pescadores artesanales y comunidades indígenas del sector. El movimiento tuvo éxito, por lo que Celco debió cambiar el proyecto y disparar sus tóxicos al río Cruces, hecho que causó la muerte y migración de miles de cisnes que vivían en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter.
Luego de la hecatombe ecológica, el gigante apunta a la costa nuevamente.
El jueves 17 de agosto del 2006, fue una fecha clave para el conflicto entre Celco y la comunidad de Mehuín. La planta de celulosa realiza los estudios de ubicación para la tubería y para ello ha empleado remolcadores de la empresa Ultramar. De madrugada, las naves aparecieron escoltadas por barcos de la Armada y las frágiles embarcaciones de los pescadores artesanales salieron raudamente a repelerlas. En la contienda hubo balazos de parte de la Armada hacia los botes, denunciaron los pescadores. Éstos premunidos de piedras enfrentaban a los remolcadores, que ejecutaban bruscas maniobras y vomitaban sendos chorros de agua mediante pistones, para que las pequeñas embarcaciones zozobraran. Luego los remolcadores y los uniformados se retiraron de la bahía ante la resistencia de los hombres de mar.
EL PORTAZO DE LA MONEDA
Angelini es el segundo exportador del sector pesquero chileno y uno de los mayores productores de harina, aceite de pescado y celulosa del mundo. Su interés en el sector pesquero lo llevó a presionar personalmente a los ministros del presidente Patricio Aylwin durante la tramitación de la primera Ley General de Pesca y Acuicultura, al comenzar la década de 1990. Luego, el estatuto trajo las secuelas esperadas: empobreció y lanzó a la cesantía a miles de pescadores.
En Mehuín no sólo le temen al desempleo, sino a la muerte de una caleta, pues se les pide que reciban los residuos industriales que causaron el colapso del Santuario. Por ello los pescadores y las comunidades indígenas partieron a La Moneda para entregarle una carta al Ministro del Interior, Belisario Velasco. Sólo recibieron un portazo. ¿Dónde quedó el cambio sustancial en la política ambiental prometido por la Presidenta Bachelet? ¿Y el nuevo trato ciudadano? La verdad es que la acción del Gobierno marca un precedente negativo en la solución de los conflictos ambientales.
Todo esto llegó a oídos de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja que decidió sesionar el 24 de agosto en la caleta, para escuchar los requerimientos de la consternada población. Acudieron 10 parlamentarios, entre ellos el presidente de la Comisión, Fernando Meza, Alberto García Huidobro, Enrique Accorsi y Denise Pascal Allende. A ellos se sumaron los diputados Alfonso De Urresti, René García y el senador Guillermo García. ¿Dónde estaban Frei y Allamand?
Una de las primeras intervenciones fue la de Gino Bavestrello, presidente de la Asociación Gremial de Armadores Cerqueros de Valdivia (Acerval). En su intervención dio a conocer un video filmado durante el incidente con la Armada y los remolcadores. La Comisión quedó estupefacta al ver las acciones que tomaron los uniformados y los remolcadores contratados por Celco.
El diputado Fernando Meza aseguró: “La Comisión está indignada por los hechos cometidos por la Armada. Aquí hay responsables que tienen que dar la cara. No es posible que la Armada de Chile esté haciendo esfuerzos por hundir pequeñas naves de madera con naves de fierro, como acabamos de ver en el video. No es posible ver a oficiales de la Armada de Chile realizando disparos en dirección a los pescadores artesanales”.
Debido al video, la Comisión decidió citar dentro de 15 días a la ministra de Defensa (Vivianne Blanlot) y a la titular de la Secretaría General de la Presidencia (Paulina Veloso) para que expliquen de dónde provino la orden hacia la Armada.
Boris Hualme, werkén lafkenche del sector de Mehuín y miembro del Comité de Defensa del Mar, fue uno de los dirigentes más punzantes en su intervención ante la Comisión.
“Las comunidades lafkenche y los pescadores decimos no al ducto y lo que es más, deslegitimamos las políticas ambientales del Estado, por eso decimos no a los estudios que ha pretendido realizar Celco”, expresó enérgicamente Hualme.
Respecto a la batalla en el mar, el vocero tachó los hechos como “terrorismo de Estado”.
Por su parte Juan Faúndez, presidente de la Federación Regional de Pescadores Artesanales de la VIII Región subrayó: “Hoy van a contaminar nuestro mares como si estuviéramos en una guerra mundial, no miden las consecuencias y el daño ecológico y económico que hará Celco. El Gobierno nunca había defendido a una empresa como lo está haciendo el (actual) Gobierno, con balazos y maniobras criminales. En nuestra zona (Laraquete, VIII Región) las fábricas no compran los productos del mar, pues están contaminados por un ducto de Celco”.
SOLUCIONES AL CONFLICTO
El Ciudadano pretende ser voz de la ciudadanía y empeña su esfuerzo en establecer la verdad de los hechos, no así medios como El Mercurio, que tituló: “Pescadores disparan a embarcación de Celco”. Es inaudito el apoyo que ese pasquín presta a Celco, y lo más deplorable es que se deja caer cuando ocurre la balacera, en circunstancias que el conflicto lleva semanas de latencia.
Para remediar el trance, el diputado Meza informó que la Comisión posee estudios que acreditan que en algunas partes del mundo, como Finlandia, existen tecnologías suficientemente avanzadas que se podrían aplicar en reemplazo del ducto. Lo que se le olvidó decir fue que éstas son muy costosas y que Celco no está dispuesto a invertir en ellas, por tanto insistirá en la descarga al mar.
Pero el parlamentario fue más allá: “Y si hay que llegar al cierre de esa planta, esa puede ser una de las alternativas…la Comisión tiene serias sospechas de que Celco no garantiza un medio ambiente como se merece la comunidad”, aseveró.
Lo más infame que puede hacer el Gobierno es lavarse las manos en el problema ambiental y dejar que los acontecimientos desborden en un conflicto mayor. A menos que haya un cambio sustancial en el enfoque, lo que ha ocurrido en Mehuín es sólo un primer apronte de lo que viene. Así como fue necesario observar en horario prime en televisión la muerte trágica de cisnes de cuello negro para tomar conciencia de que había algo seriamente mal en la actual política ambiental, ¿será necesario observar un desenlace trágico en Mehuín, para ejecutar la reforma ambiental? Es hora de que se ponga en práctica el compromiso de gobierno ciudadano de la Presidenta Bachelet.
Pero lo peor está por venir. Si se logra finalmente hacer los estudios de ubicación del ducto, ¿cómo se desarrollará este conflicto con los hitos que vienen?: la aprobación del estudio de impacto ambiental, la construcción del ducto, y el primer vertido de los riles al mar. El actual gobierno está generando las bases de un agudo conflicto ambiental y social, con comunidades vulnerables, pero organizadas (los pescadores y lafkenches), conflicto que puede prolongarse a lo largo de todo el período presidencial. Y todo en defensa de una planta de celulosa del grupo Angelini ¿valdrá la pena?
Mauricio San Cristóbal