Un número cercano a las 4.500 observaciones se lograron ingresar ante la Conama de la Región de Aysén a pocas horas del término del proceso formal de participación ciudadana, en las cuales los habitantes de la zona y organizaciones locales y nacionales hicieron presente las principales deficiencias del estudio de impacto ambiental.
Sólo 8 observaciones se habían presentado ante la Comisión Nacional del Medioambiente (Conama) de la Región de Aysén hasta las 5 de la tarde del lunes 23 de noviembre, a escasas horas de que cerrara el proceso de participación ciudadana en el marco de la evaluación del estudio de impacto ambiental (EIA) “Central Hidroeléctrica Cuervo” de la sociedad Energía Austral, controlada por la minera suiza Xstrata. Presentaciones que aumentaron considerablemente luego de que tanto el Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP) como múltiples organizaciones y habitantes de la zona y del país ingresaran a esa hora unas 4.500 mil nuevas observaciones resultado del proceso que la sociedad civil llevó adelante en paralelo al que desarrolló tanto el organismo público como el titular del proyecto.
“Hay un primer documento presentado por el Consejo de Defensa de la Patagonia, que reúne a una veintena de profesionales y una serie de organizaciones, en el cual observamos sobre distintos temas; flora, fauna, el impacto sobre las personas, problemas de riesgos sísmicos y de impactos de las represas que están mal identificados” señaló en la ocasión la coordinadora del Área Técnica del CDP, Daniela Castro. Explicó que este compendio en particular contiene 360 observaciones, al cual se suman unas 425 de profesionales regionales coordinados por la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida (Coalición ARV) y 3.640 de ciudadanos que suscribieron formularios vía online en el sitio www.patagoniasinrepresas.cl, aludiendo a los 10 temas más relevantes en los cuales el estudio de Energía Austral tiene claras deficiencias. Pocas horas después se agregó un legajo de medio centenar de observaciones de habitantes de Puerto Aysén que quisieron sumarse al proceso ciudadano.
Daniela Castro se refirió particularmente a la relevancia de las observaciones sobre riesgos sísmicos, a la luz de que “al poco tiempo de la última vez que la empresa presentó su EIA, hace dos años, ocurrió el importante sismo de Puerto Aysén y muy poca de esa información estaba en el estudio. Y ahora al presentarlo nuevamente nos damos cuenta, con sorpresa, de que no han tratado mucho mejor el tema, y eso no es algo que sólo nosotros observemos, también lo hizo Sernageomín”.
El coordinador de la Coalición ARV Peter Hartmann indicó que el estudio “tiene grandes falencias, tanto en información como en componentes no evaluados. Por ejemplo ‘olvidaron’ analizar el impacto del período en que entregan no más de 10 % del caudal del río Cuervo al fiordo Aysén, que es cuando pretenden llenar el embalse. Así, dejan el lecho con 18 a 25 centímetros de agua en algunas partes, lo cual por supuesto Energía Austral califica de positivo”. Agregó que “el proyecto alteraría irreversiblemente un área prístina de gran valor ambiental, como lo señalan diversos centros de investigación, como el Eula de la Universidad de Concepción. Además, las represas y el embalse se ubicarían sobre la falla Liquiñe-Ofqui y en un sector con 4 volcanes activos y 32 conos adventicios. Y por cierto tampoco evaluaron la inducción sísmica”.
“Otro tema preocupante es que se mantienen grandes dudas respecto del portezuelo entre el embalse y el río Tabo (que confluye hacia Puerto Aysén), donde hay indicios de que se pasa el agua de una cuenca a la otra y que tampoco evaluaron los impactos por la muy probable eventualidad de pasar decenas de buses con trabajadores y camiones con carga por Puerto Chacabuco y Puerto Aysén por condiciones climáticas adversas, lo cual es recurrente en dicha zona” puntualizó Peter Hartmann.
El dirigente relevó que “en todo este trabajo tuvimos el apoyo fundamental de diversas organizaciones de base de la zona directamente afectada, como son juntas de vecinos, sindicatos de pescadores, comunidades indígenas y agrupaciones juveniles”.
Sobre la posibilidad de que la empresa responda las observaciones de la ciudadanía, Daniela Castro aclaró que “aquí, al igual que con el proceso de HidroAysén el año pasado, estamos muy molestos porque el Icsara, que es un informe consolidado de observaciones, fue enviado a la empresa hace alrededor de dos semanas. Es decir antes del cierre de la participación ciudadana se tomaron todas las observaciones de los servicios públicos y fueron enviadas a la empresa, por lo tanto las observaciones presentadas hoy no fueron incluidas en ese informe y por lo tanto no es obligación de que responda el titular sino que puede contestar la Corema, pero eso puede ser muy tarde en el proceso. Eso es algo que nos tiene preocupados”.
Por Patricio Segura