Astrónomos y senadores piden frenar el proyecto INNA, desarrollado por la empresa eléctrica AES Andes por sus impactos en el Observatorio Paranal, la biodiversidad y las comunidades del Pueblo Chango en Taltal, región de Antofagasta.
Este megaproyecto, que busca producir hidrógeno y amoníaco verde, ha sido criticado por científicos, ambientalistas y comunidades indígenas por sus potenciales daños irreparables.
Esta iniciativa impulsada por la subsidiaria de la estadounidense AES Corporation, incluye múltiples instalaciones de energía y procesamiento, repartidas en un área de más de 3.000 hectáreas, en la comuna de Taltal, justo a una distancia de entre 5 y 11 kilómetros de los telescopios de Paranal, generando contaminación lumínica que afectaría las observaciones astronómicas. Además, el proyecto incluye una mega planta desaladora, lo que, a juicio de especialistas, amenaza el equilibrio marino y la biodiversidad costera.
A través de un detallado análisis técnico, el Observatorio Europeo Austral (ESO) alertó que INNA representa una amenaza para los cielos más oscuros y despejados del mundo en el norte de Chile donde se encuentra el Observatorio Paranal y los futuros telescopios ELT y CTA, en el desierto de Atacama.

Contaminación lumínica y deterioro en las condiciones de visibilidad de Paranal
Según el nuevo estudio de la organización intergubernamental líder en astronomía, con sede en Alemania, el complejo industrial aumentaría la contaminación lumínicas sobre el Very Large Telescope (VLT) en al menos un 35% por encima de los niveles de referencia actuales de luz artificial.
Este telescopio es considerado el instrumento de astronomía terrestre más avanzado del mundo hasta ahora.
Otra de las instalaciones de Paranal, el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, vería aumentar la contaminación lumínica en sus cielos al menos un 5%. Una cifra que ya representa un nivel de interferencia incompatible con las condiciones requeridas para las observaciones astronómicas de primer nivel.
Este potente equipo comenzará a operar en 2030 y se convertirá en el mayor jamás construido.
Por su parte, el impacto en los cielos sobre el Cherenkov Telescope Array Observatory (CTAO-Sur), que la ESO empezará a levantar este año a solo 5 km del INNA, sería el más significativo, con un aumento de la contaminación lumínica de al menos un 55%.
Según el estudio, las turbulencias atmosféricas generadas por el parque eólico pondrían en peligro la estabilidad que requieren los instrumentos astronómicos para funcionar y empeoraría la nitidez de sus imágenes.
En concreto, se prevé un incremento en la turbulencia atmosférica que podría degradar las condiciones de observación hasta en un 40%, debido al impacto causado por los aerogeneradores de INNA.

ESO/H.H. Heyer
Otro aspecto crítico es la generación de vibraciones sísmicas, capaces de comprometer el funcionamiento del ELT y del interferómetro del VLT (VLTI), instrumentos altamente sensibles al ruido sísmico.
El análisis técnico reveló que los aerogeneradores del complejo de AES Andes podrían producir un aumento de estas microvibraciones del suelo lo suficientemente grande como para perjudicar el funcionamiento de estas dos instalaciones astronómicas líderes en el mundo.
Además, la construcción del complejo energético incrementaría en un 75 % el contenido del polvo en el aire, la cual podría depositarse sobre los espejos de los telescopios, reduciendo su capacidad de observación y afectando directamente el desempeño de estos equipos de vanguardia.

“Muchas observaciones dejarán de ser posibles”
Ante este escenario, la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) reiteró su preocupación por el desarrollo del proyecto INNA y sus efectos sobre la observación astronómica en Chile, especialmente en Paranal.
«Las condiciones serían tan adversas que muchas de las observaciones que se realizan hoy en Paranal dejarían de ser posibles. Este es el cielo más oscuro del mundo y su alteración comprometería el futuro de la astronomía en Chile», indicó Andrea Mejías, primera vicepresidenta de la organización,
En la misma línea, Chiara Mazzucchelli, presidenta de SOCHIAS, advirtió sobre los efectos que las microvibraciones generadas por el parque eólico del Proyecto INNA podrían causar en telescopios de alta precisión.
«Equipos como los casi 800 espejos de 1.5m del ELT y el interferómetro del VLT, requieren un alineamiento perfecto para operar correctamente. Gracias a estas tecnologías hemos podido confirmar la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, un hallazgo clave en la física moderna que fue reconocido con el Premio Nobel en 2020. Alteraciones en la estabilidad del suelo podrían poner en riesgo descubrimientos científicos de este nivel», explicó.

J.L. Dauvergne & G. Hüdepohl (atacamaphoto.com)/ESO.
Senado aprueba proyecto para proteger cielos astronómicos
Con el objetivo de proteger los cielos de Chile, los astrónomos Valeska Molina, Virginia Cuomo y Eduardo Unda- Sanzana, miembros de SOCHIAS, redactaron un proyecto de acuerdo que fue presentado por la senadora Yasna Provoste y patrocinado por más de 40 senadores.
La iniciativa que fue aprobada por unanimidad, solicita al Presidente Gabriel Boric la revisión del Decreto de Áreas Astronómicas, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y del Ministerio del Medio Ambiente, con el fin de establecer un radio de protección en torno a los sitios de calidad excepcional para la investigación astronómica, impidiendo la instalación de proyectos industriales que afecten la calidad de los cielos.
“Estamos contentos porque con este proyecto de acuerdo buscamos establecer explícitamente un radio crítico obligatorio de protección en aquellos sitios identificados como estratégicos para la observación astronómica. Con esto vamos a entregar una solución única y duradera para la protección definitiva del patrimonio astronómico, científico y ambiental excepcional que posee Chile“, señaló Unda-Sanzana, quien es director del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta.
Destacó que con la aplicación de un radio de protección especifico en estos sitios, no se podrá instalar un proyecto que altere las condiciones del lugar.
“Es una excelente noticia, justamente nosotros estamos pidiendo que se reubique el proyecto INNA porque en el sitio en el que se propone su construcción, no es viable con el desarrollo astronómico del país», dijo por su parte, Andrea Mejías.
“Necesitamos dar certeza al mundo respecto a nuestra firme decisión de proteger los cielos más oscuros del planeta», enfatizó.
Los integrantes de la Sociedad Chilena de Astronomía ratificaron su llamado a la ciudadanía a participar en el proceso de evaluación ambiental del Proyecto INNA, cuya etapa de Participación Ciudadana permanecerá abierta hasta el 3 de abril de 2025.
«Es fundamental que todas las instituciones y personas interesadas aporten sus observaciones y antecedentes técnicos. La defensa de nuestros cielos oscuros es una responsabilidad compartida», agregó Mazzucchelli.
Desde SOCHIAS indicaron que seguirán informando sobre los avances de este proceso y destacaron el respaldo de la comunidad científica y ciudadana en la protección de uno de los patrimonios astronómicos más valiosos del mundo.