Este domingo fallecieron tres jefes de brigadas que colaboraban en combatir el fuego en la Región del Maule. Ricardo Salas (42), Sergio Faúndez (28) y Wilfredo Salgado (35) murieron calcinados por el fuego, mientras que del equipo de 10 brigadistas, cuatro quedaron con quemaduras graves y tres salieron con quemaduras leves.
Para Christian Venegas, Ingeniero en Prevención de Riesgos, ex oficial de combate de incendios forestales y ex brigadista de la empresa privada Conaf, este lamentable hecho se pudo haber evitado si el Estado se hiciera cargo de las emergencias ambientales que sufre nuestro país.
En el año 82 se estableció en el decreto 733, que la responsabilidad del combate de incendios forestales es del Ministerio de Agricultura, quien a su vez lo hace por medio de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Con esto, se traspasó a manos de privados el cuidado del medioambiente y la protección del fuego de miles de hectáreas de Chile.
Para Venegas es una responsabilidad inmensa que los brigadistas tengan una formación de sólo 54 horas pedagógicas, en comparación a los bomberos urbanos que tienen una capacitación de 250 horas. Además de los pocos recursos y herramientas que se les entrega para realizar sus labores.
Venegas denuncia que la Conaf entrega a sus trabajadores, que contrata sólo por temporadas y tienen un sueldo menor a 500 mil pesos, ropa reciclada que traen principalmente desde España, que supuestamente cumple con la normativa del Instituto de Salud Pública (ISP), pero no es suficiente. Además de bototos que no son para combatir incendios, sino que son zapatos térmicos.
“Es como que te dieran un traje de polar para cubrirte del sol, tienen un efecto contrario, ya que se calientan más aún con el fuego al ser térmicos”, asegura el ex brigadista.
En una emergencia, como lo es un incendio forestal, hay equipamientos específicos de auto rescate para que los colaboradores no mueran calcinados, herramientas con las que los tres brigadistas fallecidos no contaban.
Por ejemplo, mantas que cubren a la persona, algo así como un tipo de saco de dormir, en el que se meten dentro como una oruga, mientras que el fuego pasa por encima. También ropa gruesa como la de los bomberos urbanos que es mucho más resistente al fuego. Esclavinas que son parecidas a los gorros pasamontañas, que cubren la cara y permite que no se queme o Water Gel, similares a toallas húmedas pero de pura agua que ayudan a mermar el dolor y gravedad de las quemaduras.
Con todos estos implementos que podrían parecer básicos, no contaban los brigadistas de Conaf. Venegas, sugiere que la solución es traspasar la responsabilidad de estas emergencias al Estado, creando una escuela técnica en donde se capaciten todas las fuerzas de combate. Además de aumentar la cantidad de recursos destinados, ya que actualmente, según información de Venegas, Conaf cuenta con seis aviones para apagar el fuego, de los cuales dos están malos, y un helicóptero a nivel nacional.
El Presidente del Sindicato de Trabajadores Transitorios de Conaf, Felipe Peña, a través de Periscope Tv, dijo que «desgraciadamente somos nuevamente víctimas de un sistema precario, negligente e ineficaz que ha cobrado el más alto precio, que son las vidas de nuestros compañeros».
El bajo presupuesto destinado a las emergencias forestales provoca que Conaf tenga pocos brigadistas de planta. Los que hay son jefes de brigada y durante el año no tienen equipo, ya que se contratan sólo durante temporadas altas como lo es el verano. Lo que va en contra de tratados internacionales que ha firmado Chile, reconociendo el cambio climático, lo que implica que este tipo de incendios se puedan producir durante todo el año y no sólo por temporada.
Los brigadistas de Conaf son trabajadores esporádicos, que tienen jornadas de nueve horas diarias, no se les paga horas extras, ya que si trabajan más de las horas establecidas, al otro día se les pide entrar más tarde.
Según Venegas, los brigadistas con más experiencia están sindicalizados, pero Conaf ha dejado de contratarlos, llevando a sus filas a personas con menos experiencia.
Desde la directiva de Conaf, desconocen estas acusaciones y señalan que el equipamiento de los brigadistas es de la mejor calidad. Sin embargo, los hechos han demostrado lo contrario.