Nueva evidencia sobre la raya diamante en Chile impulsa esfuerzos de conservación

Según los investigadores, la raya diamante habita en Chile desde Arica a Antofagasta. Para el Ministerio de Medio Ambiente esta especie podría clasificarse en estado vulnerable, debido a los niveles de explotación actuales.

Nueva evidencia sobre la raya diamante en Chile impulsa esfuerzos de conservación

Autor: El Ciudadano

Un grupo de científicos confirmó la presencia de la raya diamante (Hypanus dipterurus) en el extremo norte de Chile.

Esta especie es pariente cercano de las rayas, mantarrayas y tiburones. Su principal característica que presenta cuerpo romboidal similar a un diamante. Además, se distingue por su piel lisa con pocas espinas y su larga cola en forma de aguijón. Es de color café oscuro, se alimenta principalmente de invertebrados y puede llegar a medir hasta dos metros de longitud y alrededor de 100 centímetros de ancho.

Pese a que en la década de 1980 hubo menciones, la presencia en el país de la raya diamante no se había documentado oficialmente en nuestro país, hasta una investigación que fue publicada en la prestigiosa revista científica Journal of Fish Biology, en la cual participó el investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Dr. Jaime Villafaña.

“Nueva evidencia confirma la presencia de raya diamante Hypanus dipterurus (Jordan & Gilbert 1880) en Chile y extiende su rango de distribución”, es el nombre del reciente estudio que reunió avistamientos reportados por pescadores del extremo norte de Chile, datos previamente recolectados sobre la distribución de la raya y herramientas ecológicas avanzadas, para poder comprobar que esta especie que sí se encuentra en territorio nacional.

Los científicos del proyecto Raya Águila, donde participa el Dr. Jaime Villafaña, nalizaron redes sociales en busca de fotografías de rayas y tiburones, lo que permitió identificar que la raya diamante estaba siendo capturada regularmente en dichas zonas.

“Por medio de ciencia ciudadana, a través de los registros fotográficos que la gente sube a redes sociales, colectamos la información y la verificamos. Se trata de registros de pescadores recreativos”, destacó Villafaña.

Explicó que en primer lugar, desarrollaron una base de datos con todos los registros de esta raya, para posteriormente generar un modelo de distribución.

“Usamos inteligencia artificial. Este modelo proyecta la distribución de esta especie. Se trata de una confirmación estadística, considerando variables oceanográficas y así, vemos la distribución de la raya”, señaló.

Según los investigadores, la raya diamante habita en Chile desde Arica a Antofagasta; así como en el sur de Perú.

“Hoy en día la encontramos hasta Antofagasta. Este modelo predictivo también señala que podría encontrarse más hacia el sur, en Concepción”, indicó el Dr. Jaime Villafaña.

Esfuerzos de conservación de la raya diamante

La importancia del estudio radica en el hecho de que la raya diamante es una especie que está sujeta a explotación globalmente.

De acuerdo con la ficha del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), podría clasificarse en estado vulnerable, debido a los niveles de explotación actuales, la falta de información, y la disminución de su tamaño poblacional.

Mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), advierte que se trata de una especie vulnerable a la extinción.

Al respecto, Villafana destacó que conocer el registro en Chile «nos ayuda a proponer medidas de conservación» y señaló que los planes futuros son poder determinar «su abundancia y las poblaciones, para así protegerla. No existe mucha información sobre esta raya».

En la misma línea, Diego Almendras, biólogo marino del Proyecto Raya Águila, planteó que las rayas marinas cumplen un rol de predadores medios en los ecosistemas marinos.

“Se alimentan de moluscos, crustáceos y peces, y a su vez son el alimento de otros animales. La principal función de los predadores medios, como las rayas, es mantener la población y estructura de las comunidades marinas donde habitan”, indicó, citado por El Mostrador.

Además señalo que las especies que habitan y buscan alimentos en los fondos arenosos, como la raya diamante, , cumplen una función llamada bioperturbación, ya que en este proceso remueven la arena liberando «una gran cantidad de nutrientes que es aprovechada por otros organismos, oxigenan el suelo, y generan hábitat para otras especies marinas».

El investigador de CEAZA, Dr. Marcelo Rivadeneira, apuntó que “la implementación planes de monitoreo a lo largo de toda la costa son vitales para generar más y mejores políticas de conservación. Sin embargo, esta tarea es titánica, y sobrepasa por mucho las capacidades operativas del estado y del mundo académico. En este sentido, este trabajo ilustra perfectamente cómo una ciencia ciudadana activa puede y debe aportar hacia esta dirección”.


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