A partir de este mes de agosto, y ante el decreto de una eventual y nada inesperada -a tenor de la situación ambiental que se vive en la capital- nueva preemergencia ambiental, la calle Nataniel Cox se sumará a los «ejes ambientales» ya establecidos; Los Leones, San Diego, Independencia y San Pablo.
La medida, que permitirá que en los días de episodios críticos la vía sea exclusiva para el tránsito de transporte público entre las calles de Tarapacá y Franklin, aplicará durante el horario punta de mañana (entre 7.30 y 10.00 horas) y de tarde (17.00 y 21.00 horas).
El ministro de transportes, Andrés Gómez-Lobo, se mostró conforme con la implementación del nuevo eje, sosteniendo, al momento del anuncio el pasado 20 de julio, que el resultado de su aplicación en ocasiones precedentes ha sido «más que positivo».
“En las seis ocasiones en que hemos implementando los ejes se redujo la congestión ambiental y vehicular, los buses mejoraron sus velocidades de desplazamiento, permitiendo que los usuarios destinaran menos tiempo a sus traslados y también se observó un importante aumento en el flujo de pasajeros que utilizan el sistema de transporte público, especialmente durante la punta mañana”.
No obstante, y a pesar de que este tipo de medidas son necesarias para aumentar la velocidad de tránsito del transporte público en días de preemergenica , el problema de contaminación que vive Santiago amerita de una solución urgente que permita atacar el fondo del asunto y respetar el derecho de los ciudadanos a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, empresa para la que hasta el momento no se ha establecido ningún compromiso claro por parte de las autoridades.