Barack Obama prometió ayer terminar con la “tergiversación” que hacía George Bush para adecuar la ciencia a “la política o la ideología”, en un discurso increíblemente poco acartonado. El anuncio era el que esperaban los ambientalistas: el presidente electo colocará en cargos clave de su gobierno a científicos de primera línea.
La iniciativa, que hasta ahora marca la diferencia más clara con el gobierno saliente, demuestra que Obama pondrá el tema del cambio climático y el cuidado del medio ambiente entre sus prioridades. Y como para enfatizar la diferencia con su sucesor, Bush está aprovechando sus últimas semanas en el poder para hacer aprobar un sinfín de cambios en las regulaciones mineras y petroleras para permitir la perforación y explotación en tierras fiscales. Incluso está impulsando una norma que permita a los estadounidenses portar armas cargadas en los parques nacionales.
Durante sus ocho años en el gobierno, Bush y sus funcionarios intentaron remover y desacreditar a los científicos más importantes de la administración que no acordaban con su visión política. Llegaron a alterar algunos de sus informes, lo que provocó que más de 60 académicos de primer nivel firmaran una solicitada en la que acusaban a la Casa Blanca de manipular los resultados de sus investigaciones por razones políticas.
En su discurso radial de ayer, Obama prometió terminar con esta política. “Promover la ciencia es promover la investigación abierta y libre”, aseguró el mandatario electo. “Se trata de garantizar que los datos y las evidencias no sean tergiversados o manipulados por la política y la ideología. Se trata de escuchar lo que nos están diciendo nuestros científicos, aun cuando no es cómodo, especialmente cuando es incómodo. Ese será mi objetivo cuando asuma como presidente de los Estados Unidos.”
El presidente electo utilizó su discurso semanal de los sábados para anunciar la designación de sus principales asesores científicos, entre ellos dos de los más respetados científicos ambientalistas del mundo, John Holdren y Jane Lubchenco. La decisión fue celebrada aun por los principales ambientalistas republicanos.
Las designaciones fueron la continuación del nombramiento, a principio de este mes, del futuro secretario de Energía, Steven Chu, Premio Nobel de Física. No sólo Chu es un enérgico defensor de tomar medidas urgentes contra el cambio climático, sino que Obama se comprometió a crear una oficina dentro de la Casa Blanca que se ocupe solamente de los temas energéticos y ambientales. La dirigirá Carole Browner, la antigua jefa de Medio Ambiente de Bill Clinton.
Tanto el profesor Holdren como su colega Lubchenco son ex presidentes de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Holdren, un profesor de la Universidad de Harvard y el director del Centro de Investigación Woods Hole, será el asesor científico de Obama, un cargo que el presidente electo elevó a la posición de un asistente oficial del Poder Ejecutivo.
El futuro asesor instó recientemente a tomar medidas urgentes contra el cambio climático y advirtió que ya está causando “un daño extendido”. Sin embargo, Holdren también es escéptico, como el resto del equipo de Obama, con respecto a las loas de la energía nuclear. El próximo gobierno norteamericano buscará un mayor desarrollo, pero está convencido de que no podrá hacerse a un bajo costo; es demasiado peligroso.
La segunda científica que se sumará al gobierno Obama será la profesora Lubchenco, una mujer de la Universidad del estado de Oregon y una experta en océanos y el calentamiento global. Será la primera mujer en dirigir la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera, el organismo que se ocupa de medir el avance del calentamiento global, registra el número y la intensidad de los huracanes y monitorea el estado de los océanos de todo el mundo.
El profesor Bob Watson, uno de los principales asesores científicos de la era Clinton, celebró los nombramientos de ayer. “Obama está reuniendo un equipo fenomenal de científicos de primer nivel mundial”, aseguró. “Está demostrando que está totalmente comprometido con el medio ambiente”, agregó el ex funcionario. Hasta su sucesor durante la era Bush hijo, William Reilly, se declaró “complacido” con las designaciones.
Por Geoffrey Lean
The Independent de Gran Bretaña. Página/12 de Argentina