Esta mañana Oceana presentó al Ministerio de Medio Ambiente sus observaciones al Anteproyecto de la “Norma de Emisión para Fundiciones de Cobre y Fuentes Emisoras de Arsénico”, criticando la ausencia de un límite para las emisiones de mercurio para las fundiciones existentes. Además, propuso límites más estrictos para otros contaminantes como dióxido de azufre, arsénico y material particulado.
“Chile tiene uno de los sectores mineros más lucrativos del mundo, sin embargo, esto se debe en parte a que los costos ambientales y sanitarios han sido asumidos históricamente por las poblaciones aledañas a sus operaciones, como las fundiciones de cobre. La norma para fundiciones debe ser mucho más exigente que la propuesta por el Gobierno para resguardar efectivamente la salud de las personas y el medioambiente”, señaló Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana.
La organización criticó que la norma no regule las emisiones de mercurio en fundiciones actualmente en operación, como en el caso de Codelco Ventanas. A su juicio, junto con las termoeléctricas a carbón, las fundiciones son las principales emisoras de mercurio al medio ambiente y, por lo tanto, no se justifica bajo ningún punto de vista que la norma considere la regulación de sus emisiones sólo en fuentes nuevas y no en aquellas actualmente funcionando. Al respecto añadió que, además, los límites propuestos para las emisiones de este metal en fuentes nuevas, debiera ser más restrictivo para que se genere una reducción efectiva.
Cabe recordar que el mercurio es un metal pesado altamente tóxico que se acumula en los organismos vivos, y es especialmente peligroso para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y para niños.
Las observaciones elaboradas por Oceana asimismo señalan que los límites fijados para las emisiones de dióxido de azufre y arsénico, inexplicablemente son mucho más altos que lo contemplado en los antecedentes en los que se funda la norma. De hecho, el límite propuesto para dióxido de azufre permitiría a Codelco Ventanas seguir funcionando sin tener que hacer ningún esfuerzo para cumplirlo. Igualmente, señalan que el límite de emisión fijado para el Material Particulado (PM) supera con creces los límites sugeridos por el Banco Mundial, en 10 a 20 veces, además de no especificar el tamaño del MP que regula. El más peligrosos es el PM 2,5, por lo tanto, en él deben centrarse los esfuerzos de reducción.
Por otro lado, un aspecto positivo de la norma dice relación con la frecuencia de medición de emisiones como dióxido de azufre, que serán medidas cada hora. Esto evitará muchos peaks de contaminación que hoy ocurren repetidamente en la zona de Ventanas, por ejemplo. Sin embargo, basándose en la evidencia científica sobre los efectos nocivos de la breve exposición al dióxido de azufre, también se sugiere establecer un límite de emisión cada 10 minutos.
Respecto al plazo que tienen las fundiciones para implementar la regulaciones estipuladas en la norma, entre 2,5 y 5 años dependiendo de si se trata de fuentes existentes o nuevas, Oceana afirma que éstos deberían ser mucho más acotados considerando la urgencia de frenar la contaminación, sobre todo en zonas como Ventanas donde los vecinos deben convivir a diario con altos niveles de emisiones tóxicas.