En Chile, la interacción entre animales domésticos y la fauna nativa ha desencadenado una problemática ambiental que pone en riesgo la biodiversidad del país. Los perros y gatos, especialmente cuando son abandonados o se mueven libremente en zonas rurales y áreas naturales, se han convertido en depredadores invasivos de diversas especies autóctonas. Esta situación afecta el equilibrio de los ecosistemas y plantea la urgente necesidad de promover la tenencia responsable de mascotas en Chile y políticas de conservación más efectivas.
Estudios recientes han documentado el impacto de estos animales en la biodiversidad chilena. Según una investigación de la Universidad Católica realizada en la Reserva de la Biosfera La Campana-Peñuelas, la presencia de perros y gatos domésticos influye negativamente en pequeños felinos silvestres como la güiña (Leopardus guigna) y el colocolo (Leopardus colocolo) al competir por presas y alterar sus patrones de actividad. Estos animales domésticos también representan una amenaza de transmisión de enfermedades, poniendo en peligro aún más a estas especies vulnerables.
Impacto de perros y gatos en fauna nativa
El impacto de los perros asilvestrados también es grave. En particular, los perros afectan al gato güiña, un felino en peligro de extinción en Chile. El ingreso de perros en áreas protegidas obliga a esta especie a modificar su comportamiento, afectando su reproducción y supervivencia a largo plazo. Asimismo, se estima que un solo gato asilvestrado puede cazar cientos de aves, pequeños mamíferos y reptiles en un año, afectando gravemente a especies como el picaflor de Juan Fernández y el canquén colorado, ambas en peligro de extinción.
La problemática se extiende al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), donde el 86% de las áreas están amenazadas por perros y gatos asilvestrados. Estos animales alteran el equilibrio ecológico no solo por su depredación directa, sino también por la introducción de enfermedades que afectan a las especies endémicas. Esta situación es especialmente grave en ecosistemas frágiles donde especies nativas están adaptadas a hábitats específicos.
Especismo y su influencia en la problemática
El especismo, definido como la discriminación basada en la pertenencia a una especie, juega un papel importante en esta situación. La sociedad tiende a priorizar el bienestar de animales domésticos como perros y gatos, mientras que los esfuerzos para proteger la fauna nativa suelen quedar relegados. Esta visión antropocéntrica subestima el valor intrínseco de las especies endémicas de Chile y su importancia en el equilibrio ecológico. Mientras perros y gatos gozan de alta estima y protección, las especies nativas enfrentan crecientes amenazas y, a menudo, no reciben la misma consideración en políticas de conservación.
Medidas necesarias para proteger la fauna nativa
Frente a este panorama, es crucial promover la tenencia responsable de mascotas en Chile. Mantener a perros y gatos en espacios controlados y limitar su acceso a áreas naturales y rurales puede reducir significativamente el impacto de estos depredadores en la fauna nativa. También es necesario fomentar programas de educación ambiental que conciencien sobre la importancia de proteger la biodiversidad local y el rol que juegan las mascotas en esta problemática.
A nivel de políticas públicas, el país necesita establecer un marco regulatorio que permita el control efectivo de los animales domésticos en áreas de conservación. En varios países, se han implementado medidas de restricción de acceso a áreas naturales, programas de control de poblaciones asilvestradas y sanciones para dueños que no cumplan con las normativas de tenencia responsable. Estas políticas podrían ser adaptadas en Chile para proteger la biodiversidad.