Lo usamos a diario, en las tazas de café, como contenedor para nuestros alimentos y en muchas otras ocasiones. ¿Pero qué es exactamente y por qué este material es tan nocivo para el medio ambiente?.
Ya son más de 70 las ciudades estadounidenses (Washington DC, San Francisco, Minneapolis, Portland y Seattle entre ellas) que prohíben su utilización, mientras que en varias ciudades del mundo como París o Toronto el tema es objeto de debate.
¿Pero qué es exactamente y por qué este material -que en algunos países se conoce como telgopor, icopor o poliespan, por mencionar sólo algunos nombres- es tan criticado por los ambientalistas?
¿Qué es?
El poliestireno fue inventado por el científico estadounidense Otis Ray McIntire en 1941. Para fabricarlo, hay que mezclar al vapor pequeñas cuentas del polímero poliestireno con productos químicos hasta que estas cuentas aumenten 50 veces su volumen original.
Una vez que estas bolitas se enfrían y se asientan, se colocan en un molde (puede ser un recipiente, un vaso) y se las vuelve a expandir con calor, hasta que el molde queda completo y se fusionan todas las pelotitas.
¿Por qué es tan malo para el medio ambiente?.
Aunque las cantidades de poliestireno que se tiran a la basura son menores en comparación con las de plástico, este material causa graves daños cuando ingresa en los ecosistemas marinos y contamina las aguas.
El poliestireno genera dos clases de problemas para los animales marinos: mecánicos y biológicos.
El origen del problema mecánico es muy simple. Con mucha frecuencia encontramos poliestireno en los intestinos y eso provoca bloqueos que pueden ser letales.
Si piensas lo preocupante que puede ser un bloqueo leve por la ingestión de algo malo, imagínate lo que puede causar la ingestión de una bola entera de poliestireno extruido. Eso es lo que les pasa a algunos de los animales.
Desde un punto de vista químico, las propiedades absorbentes del poliestireno lo hacen aún más peligroso.
Esencialmente, el poliestireno actúa como una pequeña esponja, recogiendo y concentrando algunos de los contaminantes más dañinos que hay en el océano. Luego, la ve una tortuga marina y se la come pensando que es una medusa.
Y no es solo malo para los peces y los océanos. Puede ser nocivo para el ser humano también.
Es muy preocupante que algunos de estos peces que se alimentan de plásticos acaben en nuestro plato.
¿Por qué no se recicla?
Reciclarlo es muy difícil. No está demostrado que el reciclaje del poliestireno sea posible a gran escala y no se ha probado que exista un mercado para él, al menos todavía.
Debido al procedimiento químico que se emplea para convertir las pelotitas de poliestireno en EPS es casi imposible transformar, por ejemplo, un plato de este material en un recipiente con otro formato.
No puedes tomar un vaso (…) y moldearlo otra vez porque ya se ha expandido”, explica Joe Biernacki, profesor de ingeniería química de la Universidad Tecnológica de Tennessee. “Lo que hace falta son bolitas de poliestireno virgen”.
Actualmente se está investigando la posibilidad de desarmar el material en pelotitas a un costo asequible, pero hasta la fecha hay muy pocas maneras prácticas de reciclarlo.
Fuente: BBC