“Hay que recuperar el mar para Chile, porque hoy en día Chile tampoco tiene mar”, sostuvo el precandidato presidencial Alberto Mayol el pasado 24 de mayo desde la tribuna televisiva de TVN, desatando una ola de críticas y concitando una inusitada atención mediática internacional hacia el proceso eleccionario chileno.
La propuesta Nº27 del programa del candidato presidencial, adherente al movimiento Nueva Democracia, fue la que caló más hondo en el escenario político chileno: propuso un intercambio de «kilómetro cuadrado por kilómetro cuadrado», donde Bolivia tendría salida al mar y Chile podría llegar a Paraguay y Brasil mediante un corredor.
Tras reunirse con el jefe de campaña de Mayol, Esteban Silva, Evo Morales aprovechó twitter para escribir que «jóvenes chilenos frente a la vieja política pinochetista apuestan por integración y beneficio multilateral para la Patria Grande». «Saludamos en Chile una nueva generación con una nueva visión, que asume responsabilidad para resolver salida al mar con soberanía»,agregó.
El tema boliviano
El precandidato presidencial planteó una alternativa en el histórico debate marítimo, cuestionando además que la discusión se haya centrado en los tribunales de la Corte Internacional de Justicia. “Bolivia se equivocó de camino, fue a lo judicial cuando esto es un debate político de la mayor envergadura», señaló Mayol.
Según el programa de gobierno del sociólogo, una de sus propuestas se resume en que “Chile no tiene mar y se debe recuperar, eliminando la ley de pesca y potenciando la generación de un nuevo sistema de explotación del mar, más sustentable con el medio ambiente y más democrático en términos económicos, donde se potencien las empresa de menor tamaño, el Estado tenga un rol a partir de una empresa estatal y donde los privados de gran tamaño sólo cumplan un rol complementario y de potenciamiento tecnológico”.
Aprovechando la tribuna del programa televisivo “El Informante”, Mayol explicó la simpleza de la propuesta: “Chile también está aislado del centro del continente, del país más grande que es Brasil. Nosotros decimos kilómetro cuadrado por kilómetro cuadrado, salen al mar, obtienen mar, obtienen pesca, van a tener su puerto; nosotros entramos al continente, construimos infraestructura, llegamos a Paraguay, llegamos a Brasil, eso es lo que queremos», concitando de inmediato el interés de muchos de los actores involucrados en la alternativa de solución al problema de mediterraneidad boliviana luego de la Guerra del Pacífico culminada en 1883.
El Deber de Bolivia
Ante semejante anunció, uno de los medios escritos de Bolivia -el decano de la prensa de Santa Cruz- tomó el guante y contactó al precandidato presidencial del Frente Amplio. La propuesta de ‘mar para Bolivia con soberanía’ sumada al llamado de ‘olvidar el pasado’ en un debate celebrado seis meses antes de las elecciones fue abordada en tres consultas por el periodista Diego Jaramillo.
Consultado por si la propuesta era un canje territorial, Mayol respondió afirmativamente, abordando los problemas de ambas naciones: Bolivia y la ausencia de acceso al mar; Chile y la penetración al continente. “Ambos con soberanía, acceso privilegiado a los recursos y conexiones que estamos necesitando, potencian la actividad industrial y productiva del Cono Sur”. “Una integración requiere mayor trabajo político, habría que hacer una serie de negociaciones y tampoco nos ayuda la ruta judicial…”, expresó.
Asumiendo que su iniciativa “parte en condición de desventaja”, Mayol admitió que “decir dar mar a Bolivia en Chile tiene muy malos resultados en las encuestas, pero hacer política también tiene que ver con tomar riesgos y demostrar soluciones viables donde otros no las ven”. “Nuestra solución nos parece económicamente productiva y saludable para la región”, afirmó.
Luego, para explicar la frase “Chile tampoco tiene mar”, el sociólogo hizo referencia a ley de pesca que entregó en concesión gratuita a siete grandes grupos económicos chilenos toda la pesca de carácter industrial. “El mar no es chileno, la costa es chilena, pero no tenemos mar ni los recursos que están ahí”, señaló.
Posteriormente, consultado por la unidad latinoamericana, el precandidato adherente al movimiento Nueva Democracia asumió que los acuerdos comunes eran indispensables. Sin embargo, admitió que, a pesar de la crisis de la política, no se concretaron los cambios de la Constitución, salud, pensiones, ni educación, prometidos por el gobierno de Michelle Bachelet. Evidenciando un malestar enorme de la ciudadanía, se mostró confiado en la correlación de fuerzas que estaba logrando el Frente Amplio, en pos de interactuar y generar las condiciones para un futuro.”Estamos demostrando que tenemos la fuerza para unirnos los que pensamos distinto. Este año iremos, por lo menos, a segunda vuelta con la derecha”, finalizó.
De esta forma, la solidaridad con la demanda marítima boliviana fue más allá de un mural en La Haya y emplazamientos multitudinarios, como el sucedido en 2006 en el estadio nacional. Por el bien de los pueblos, esperamos que así sea.