En los próximos cuatro años se registrarán mayores niveles de calor en el planeta

Hace semanas el mundo recibió una noticia preocupante: un informe sobre la temperatura global, con datos de hace 138 años, reveló que los años más calientes de la historia han sido 2016, 2017 y 2015, en ese orden. Sin embargo los próximos cuatro años podrían ser aún más calurosos que los anteriores.

De acuerdo con un estudio realizado por dos investigadores franceses y que fue publicado este martes, este año habrá un aumento natural de 0,02 grados en la temperatura atmosférica, un incremento de 0,03 entre 2018 y 2019, y una subida de 0,01 grados, si se consideran todos los cuatro años.

Esta cifra representa la misma cantidad que subió en el último siglo gracias a la actividad humana, refiere el estudio publicado en la revista científica Nature Communications, y reseñado por la agencia EFE.

Ambos científicos  inventaron un nuevo sistema de previsiones bautizado ProCast (Probabilistic forecast), basado en un método estadístico y en los modelos climáticos ya existentes que permite predecir la temperatura media global en cuestión de centésimas de segundo.

Se reforzará el calentamiento global

Este algoritmo predice para los próximos cuatro años “un periodo más caliente de lo normal”, que “reforzará de manera temporal” el calentamiento global.

Asimismo, el estudio plantea que entre 2018 y 2022, las variaciones de la temperatura media anual dependerán del cambio climático y de la variabilidad intrínseca del clima, lo que dificulta las previsiones de un año respecto a otro.

«Con este método no podemos detectar las diferencias regionales. No sabemos dónde ocurrirá el calentamiento predicho ni en qué temporada del año”, señalan los investigadores.

Contaminación y calor

Factores como la contaminación ambiental, la falta de reciclaje, el derroche y mal uso de los recursos naturales, además de la explotación de los recursos no renovables, influyen en el incremento de calor en diferentes rincones del mundo.

El incremento de las altas temperaturas han causado devastadores incendios naturales e, incluso, muertes en varios países donde los fenómenos naturales han tenido un impacto significativo.

Los hielos en el Ártico se derriten, acrecentando los niveles de agua, de manera que el ser humano está perdiendo una de sus más grandes reservas de agua dulce, como consecuencia de la falta de concienciación y accionar de los Gobiernos y la población mundial.