En un movimiento que tiene ambientalistas caza de tumbas para bailar en, Peabody Energy, la mayor empresa de carbón del sector privado del mundo, se ha declarado en quiebra.
Es la cuarta mayor empresa de carbón EE.UU. en ir a la quiebra en el último año. El sector de los combustibles fósiles más contaminante ha sido duramente golpeado por el boom del gas natural y la caída de los precios para las energías renovables. Además, hay que añadir a los problemas del carbón se encuentra en la lista de pendientes de Obama, quien espera la creación de un plan de energía limpia impulsado por las iniciativas de activistas medioambentales.
En un comunicado, la compañía dijo que la medida tomada tiene la intención de reducir su nivel de deuda, mejorar su flujo de caja, y «posicionar a la compañía para el éxito a largo plazo, sin dejar de operar bajo la protección del proceso de bancarrota». Sin embargo, nadie había tenido el valor de decirle al Director Ejecutivo, Glenn Kellow, que la propia industria del carbón podría no estar preparada para los nuevos cambios y que el tiempo podría no reactivar la empresa.
Peabody tiene más de $6 mil millones de dólares en deuda. El mes pasado, la compañía perdió un pago de intereses de $71 millones y su calificación de crédito se degradó a una «D» por Standard and Poor. Recientemente, Peabody había estado tratando de vender minas en Nuevo México y Colorado con el fin de mantenerse a flote, pero la declaración de la empresa señala que esas ventas previstas se han terminado. Pese a esto, la filial australiana de Peabody no es parte de la declaración de quiebra.
La semana pasada, se informó de que Peabody había «auto-unido» para cubrir los $1.4 mil millones en costos de rehabilitación y limpieza de minas, y que esos gastos podrían ser transferidos los contribuyentes si la empresa se declaraba en quiebra. No obstante, la empresa afirma que esta situación no va a ocurrir. «Peabody tiene la intención de seguir trabajando con los gobiernos estatales y agencias federales para cumplir con sus obligaciones de recuperación», dice en su esperanzada declaración.
Mientras tanto, hay que disfrutar bailando en una de las tumbas de está nociva industria.