Quintero y Puchuncaví son consideradas zonas de sacrificio. Industrias como ENDESA, COPEC, SHELL, EPOXA, ENAP, GNL, GASMAR, OXIQUIM, CODELCO, CEMENTOS BIO BIO, PUERTO VENTANAS y AES GENER se encuentran emplazados a pocos kilómetros entre Quintero, Ventanas y La Greda, además de las termoeléctricas Ventana I, Ventana II, Nueva Ventanas y Campiche.
Entre el 21 de agosto y finales de diciembre de 2018, los recintos de salud del sector recibieron casi 1.800 consultas de personas que presentaban los mismos síntomas: intoxicación, vómitos, dolores de cabeza y mareos. En esa oportunidad, las causas fueron atribuidas a la presencia de compuestos químicos en el aire. Se declaró Alerta Amarilla por varios días.
A más de seis meses de la emergencia, las autoridades propusieron un plan de descontaminación y el cierre de las termoeléctricas de Puchuncaví para los años 2022 y 2024. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil siguen atentas a las diferentes variables medio ambientales asociadas a las emisiones de químicos en el aire y agua.
Fue por el constante monitoreo a las emisiones de SO2 y a la calidad del aire por parte de las organizaciones de la zona, que se registraron al menos 26 alzas desde que comenzó a regir a mediados de mayo de este año la normativa horaria que regula las emisiones de dióxido de azufre en el ambiente.
A pesar de que estas alzas serían en un corto período de tiempo y no alcanzarían según la norma a marcar algún tipo de alerta ambiental, para la Organización Mundial de la Salud, las cifras registradas serían perjudiciales para la población.
Sin embargo, la Seremi del Medio Ambiente de Valparaíso, citada por Radio Bío Bío, manifiesta que la norma ha sido efectiva y que la información ha sido mal interpretada, puesto que habría disminuido la emisión de peaks registrados este año en comparación a la misma fecha de años anteriores, descendiendo en un 45,5%.
Para la académica y especialista en relacionamiento comunitario, Carla Ávila Ramírez -quien además vive en la zona afectada-, que sigan existiendo emisiones de químicos “da cuenta del abandono de deberes por parte de los organismos pertinentes, quienes a pesar de los reclamos de la ciudadanía no han realizado acciones concretas”.
Según Manuel Pizarro, director del Movimiento por la Infancia de Quintero y Puchuncaví, este hecho es grave, aun cuando según la normativa las emisiones no darían para decretar alguna medida mayor: “No se alerta a la comunidad, no se informa en los colegios y lo que se busca principalmente es mantener en resguardo a la gente, sobre todo a los niños y adolescentes”.
Respecto a esto último, Cristóbal Sepúlveda, vocero y activista de No Más Zonas de Sacrificio Valparaíso, manifiesta que si bien no ha habido intoxicación masiva, sí se han registrado casos puntuales. Frente a ello, indica que la respuesta que les han dado es que si no sacan a sus hijos de la zona de Quintero y Puchuncaví, “estos no van a dejar de tener este tipo de problemáticas a su salud”.
Recientemente, el Colegio Médico de Chile presentó un informe en relación al Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de Concón, Quintero y Puchuncaví, en el que se determina que este posee falencias en torno a la validación de los datos en los índices de monitoreo de contaminación que han entregado a la comunidad. A ello se suma la falta de planificación para los meses de invierno, período en el cual los niveles altos de azufre afectan de manera más severa a la población que está expuesta a ello. Lo controversial es que las estaciones de monitoreo se encuentran en manos de las mismas empresas que emiten dichos contaminantes.
Una situación preocupante para los profesionales de la salud, quienes manifiestan que la exposición a dióxido de azufre a lo largo del tiempo o por períodos de más de diez minutos, podría tener consecuencias a la salud inmediatas, o bien a largo plazo. Así lo declaró el presidente del Colegio Médico de Valparaíso, Juan Eurolo, a Radio Bío Bío, explicando que la exposición a contaminantes provoca riesgos de generar cáncer, entre otras afecciones.