El Rally Dakar tiene lugar en Argentina y Chile por tercer año consecutivo. Pese a los desastres en el patrimonio que denunció el Colegio de Arquélogos, con la vulneración a la ley que los protege, éste continúa su marcha. Aun cuando existen voces que atribuyen el término de las ediciones en Europa por el daño ambiental y las muertes que provocan los autos y motos a su paso, Sudamérica, al parecer, lo acoge con los brazos abiertos.
El Rally Dakar, antes llamado Rally París–Dakar, es una competición anual de rally disputada por pilotos agrupados en categorías durante las primeras semanas de enero. En el evento compiten autos, motos, cuadriciclos y camiones. Desde 1979, la prueba llevó al contingente tuerca desde alguna ciudad europea hasta el país africano de Senegal.
Según cuenta la página web del Dakar, “la aventura comienza en 1977. Thierry Sabine se pierde con su moto en el desierto de Libia, durante el recorrido del rally Abidjan-Niza. Salvado in extremis de entre las arenas, él regresa a Francia fascinado por los paisajes y decide compartir con otros su descubrimiento. El fundador le pone un lema a su creación: ‘Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan’”.
VALORES DEL DAKAR: DISEÑADO PARA LA ELITE
Los organizadores del Dakar consideran que la competencia proyecta valores. Es así como describen sus atributos: “el espíritu del Dakar resulta de la alquimia de varias pasiones. Además de ser un evento ineludible y fuera de las normas en el mundo de los deportes mecánicos, se trata de una experiencia humana única. La historia del rally, los buenos resultados de unos y el infortunio de otros, recuerdan a todos que el Dakar es antes que nada una cuestión de sentimientos y de emociones”.
Cabe destacar que el “infortunio” citado antes, puede corresponder a una desorientación o desperfecto técnico que los retrase e impida que ganen. De la misma forma, puede determinar su muerte, cuando los pilotos vuelcan su auto, moto, cuatriciclo o camión al intentar sobrepasar una gran pendiente en medio del desierto o condiciones extremas.
Al igual que la Fórmula 1, sólo participan en esta competencia quienes cuentan con los recursos necesarios para ello (en el caso de las empresas y previa aprobación del equipo directivo), y los corredores que consigan auspiciador. Los patrocinadores de los corredores son las empresas de líder en el mercado: 7 marcas en motos, 4 en cuadriciclos, 12 en autos y 9 en camiones, potencian su prestigio en el mercado con cada campeón que luce sus colores.
Por otra parte, las personas que quieran apreciar la riqueza técnica de los vehículos motorizados lo hacen previo pago de una entrada. También existen puntos en la ruta donde puede apostarse la gente. En estos, y en más de una ocasión, los espectadores sufrieron accidentes por algún vehículo desbocado que tuvo resultado fatal. Al año 2009 habían 19 corredores muertos y 19 defunciones derivadas del Rally. Una lista se encuentra en el artículo llamado “París–Dakár, tragedias y muerte”.
En relación al vínculo existente entre la reseña de valores y quienes pueden efectivamente participar de la competencia, un artículo escrito en la web lo describe como “La destrucción de la naturaleza para divertir a los niños ricos en Argentina y Chile”, y donde se lee en el párrafo introductorio que “son cerca de 10 mil km que se destruyen año a año y lejos de cuestionar el asesinato a la naturaleza, se destinan millonarias sumas de dinero y personal a la realización del evento donde participan los hijos mimados de los ricos del mundo”.
El mismo escrito relata que este rally, fue interrumpido en el 2008 debido a la presión que hicieran los pueblos de Europa y Asia para que no se siguiera desarrollando en sus tierras. “Pero el poder que ejercen las automotoras es superior al político por lo que el gobierno de Francia se vio obligado a usar la excusa de los supuestos ataques terroristas que preparaba Al Qaeda, fue en ese instante que los gobiernos sudamericanos corrieron a ofrecer las tierras del sur para prestarles cancha para que los chicos ricos continúen destrozando el planeta jugando a ser valientes”, explica.
DAÑO AL ECOSISTEMA
En el mismo sitio web del Rally Dakar, la organización manifiesta su compromiso con el medio ambiente por medio del detalle de la “huella de carbono” que deja el evento a su paso. Aunque en el título del apartado se lee “una carrera responsable” y se define como “muy comprometida con el respeto de los lugares que atraviesa”, en la versión sudamericana, y en nuestro país, el rally pasa por sitios arqueológicos que tiene más de 4 mil años de antigüedad y son “irrecuperables”. Así lo explica el Colegio de Arquéologos de Chile, en una carta enviada al diario La Tercera el 30 de diciembre, con título “el impacto del Rally Dakar”.
“En la primera versión del Dakar en Chile (2009) no se implementaron medidas de protección del patrimonio arqueológico, protegido por la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales. Como resultado, una serie de lugares patrimoniales fueron afectados o destruidos por el paso de los vehículos en competencia”, sostiene el portavoz y quien firma la misiva, Rolando C. Ajata López, licenciado en arqueología de la Universidad de Chile.
“En la segunda versión de la competencia se realizaron trabajos de prospección arqueológica y cercado de sitios. A pesar de ello, el 47% de los sitios evaluados por el Consejo de Monumentos Nacionales fue intervenido”, dice la organización.
El Colegio presenta el panorama actual del evento para la versión 2011 del Dakar, explicando que se realizaron prospecciones que permitieron identificar, sólo en la Región de Tarapacá, unos mil lugares con evidencias arqueológicas dentro del área de impacto directo del rally.
“Desconocemos de qué manera se va a evitar una nueva intervención. Una opción, el cercado de los sitios, requiere de la puesta de miles de kilómetros de cerco y, en muchos casos, significa la interrupción del trazado del Dakar”, arguye Ataja que culmina su mensaje advirtiendo que “la opción más conveniente para nuestro medioambiente y la única que no constituye delito sigue siendo la suspensión del evento, que ya ha dejado graves daños al patrimonio de Chile y otras partes del mundo”.
Consultada la Fundación Terram acerca del daño al ecosistema que existe en la realización de este evento, la organización civil cuyo propósito es crear una propuesta de desarrollo sustentable en el país, señaló que “no pueden dar ninguna postura en relación al Rally Dakar”.
El Programa Chile Sustentable, en voz de su directora, Sara Larraín manifiesta su visión: “yo creo que hay un sector que pretende mostrar como deporte una situación abusiva en el cual un puñado de ociosos motorizados abusivos que está pisoteando el patrimonio nacional y cultural de Chile y Argentina y significa una gran propaganda para vehículos motorizados sobre terrenos prístinos”, dijo la ecologista.
“El Dakar ha tratado de maquillar esta competencia diciendo que están compensando el daño que hacen por medio de estudios de impacto ambiental, pero lo que promueve es lo que hay que dejar de hacer frente al cambio climático, pues genera desechos innecesarios”, señaló Larraín.
Por David Abrigo B.
El Ciudadano