Raúl Sohr: “En Chile hay alto grado de monopolio energético”

El periodista analiza el siglo del petróleo y el declive ambiental y energético que implica mantener a las sociedades dependientes de dicho combustible. También sostiene que el principal problema energético del país es la ausencia de un Estado fuerte capaz de tomar decisiones de largo plazo y los monopolios del sector eléctrico.

Luego de aventurarse en el género de la novela con La muerte Rosa, el sociólogo y periodista Raúl Sohr publica ‘Chao petróleo’ (Random House Mondadori), investigación dedicada a dar cuenta del problema energético y ambiental que significa la dependencia a dicho recurso por parte de las sociedades industriales.

Ya antes, Sohr había publicado ‘Para entender a los militares’ y ‘El mundo y sus guerras’. En esta nueva publicación, Sohr constata que Chile es uno de los países más expuestos del continente en materia energética. Además pasa revista a la influencia que ha tenido el petróleo en la conformación de la sociedad mundial y su incidencia en el calentamiento global. “El petróleo podemos decir que es la sangre de las actuales sociedades, es la energía más potente y de menor costo de producción. Desde principios del siglo XX, dicho combustible fue la inyección a la vena energética de la economía mundial”- comenta el analista a El Ciudadano.

“El petróleo ha sido determinante en el auge de EEUU como primera potencia mundial, debido a su condición por mucho años de principal productor de dicho recurso y, posteriormente, del control de sus fuentes, principalmente en Medio Oriente – añade Sohr – Esto hizo que nuestra sociedad se cimentara sobre dicho hidrocarburo, constituyendo un recurso energético barato sin precedentes en la historia. Mucho de nuestra riqueza y bienestar se lo debemos a este combustible”.

DEPENDENCIA ENERGÉTICA

También el autor acusa que Chile es uno de los países más dependientes en materia energética, lo que constituye su mayor amenaza estratégica. “No hay una amenaza mayor para la seguridad de Chile que la energía, si hay algo que puede paralizar el país es la energía”- sostuvo Sohr.

Esta debilidad se explica no sólo por la ausencia de hidrocarburos en nuestro territorio, sino que también por la falta de voluntad política, que por un lado ha permitido mantener los oligopolios energéticos y, por otro, no es capaz de generar propuestas de un Estado fuerte que tome las riendas. “La matriz energética depende de la estructura económica del país. En Chile hay un alto grado de monopolización, donde los intereses creados en el sector energético no tienen ningún interés en que surjan pequeños competidores para salir al mercado”- dijo el analista.

“Si no tenemos una matriz distinta es producto de los intereses creados, dada la estructura del mercado chileno, pero si lo vemos desde el punto de vista de los intereses nacionales es impresentable el nivel de atraso que tenemos en esta materia” – agregó.

NUEVAS ENERGÍAS

Para superar ello, el periodista propone considerar los recursos energéticos alternativos  que tiene el país, como la energía eólica, geotérmica o de las corrientes marinas. “Nuestro país tiene  los mejores vientos del mundo en áreas, como el norte, donde es posible instalar turbinas que aprovechen esto, pero aparte del parque eólico de Canela y el de Coyhaique, nada ha sido explotado”- sostiene.

Este tipo de energías anticipan un nuevo paradigma donde los hidrocarburos jugarán un papel decreciente, sostiene Sohr. Por ello ess necesario, a su juicio, pensar un nuevo paradigma energético a nivel mundial sobre la base de “descarbonizar el planeta”.

El autor concluyó que se trata de “un problema político que hay que analizar como país. Lamento que no haya habido más debate respecto de esto en la reciente campaña electoral, pero debió haber sido uno de los grandes temas”.

El Ciudadano