La Amazonía registra a inicios de este mes de agosto el mayor número de incendios forestales en una década, informó el medio Unearthed, que pertenece a la organización no gubernamental ambientalista Greenpeace.
En los primeros 10 días de agosto se detectaron 10.136 focos de incendio en la Amazonía, 17 por ciento más que los 8.669 focos registrados el año anterior.
«Los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués) muestran que es el mayor número registrado a inicios de agosto frente a 11.280 (focos del mismo periodo) en 2010, cuando una sequía severa en la Amazonía resultó en que el río Negro alcanzó los niveles más bajos en 109 años», dice el reciente artículo sobre los incendios forestales que se produjeron en agosto en la Amazonía.
La temporada de incendios forestales en la Amazonía suele comenzar a finales de julio y entra en fase intensa a principios de agosto, explicó el medio.
«En julio también se detectó un aumento de incendios: hubo 6.803 incendios en la Amazonía el mes pasado, 28 por ciento más que en julio de 2019», señala la nota.
Según los especialistas citados por Unearthed, la selva amazónica enfrenta una amenaza triple: la deforestación descontrolada, el «apoyo tácito de la administración (del presidente brasileño Jair) Bolsonaro» y un clima más seco de lo habitual.
Todo eso es capaz de «desencadenar una crisis ambiental aún peor en los próximos meses».
Los datos del INPE indican que entre agosto de 2019 y julio de 2020 hubo alertas por deforestación en 9.205 kilómetros cuadrados de la selva amazónica, un 34,5 por ciento más que entre agosto de 2018 y julio de 2019. Eso tiene un impacto directo en el aumento de los incendios en la región.
El 6 de septiembre de 2019, los jefes de Estado y representantes de Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana y Surinam firmaron el Pacto de Leticia por la Amazonía, cuyo objetivo es coordinar las acciones de la comunidad internacional para conservar esa región.
Fuente: Sputnik
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