El 02 febrero de 2024, un incendio forestal devoró más del 90% de las 400 hectáreas del Jardín Nacional Botánico de Viña del Mar. Ante el inicio del verano, el pulmón verde se prepara para resistir el fuego y reforestar sus tierras.
El director del parque centenario, Alejandro Peirano, inidicó que ante un posible retorno de las llamas, se han dado a la tarea de plantar miles de árboles nativos, pero menos combustibles.
«Sí o sí vamos a tener un incendio. Eso lo tenemos claro», afirmó, respecto a la amenaza de que se registre una nueva temporada de incendios forestales como consencuencia del aumento de las temperaturas.
Sobre las acciones implementadas en el parque para enfrentar de mejor manera el fuego, Peirano explicó que se instaló una nueva «línea de batalla» con árboles nativos de bosques de climas mediterráneos, como el litre, el quillay y el colliguay.
«La idea es poner las especies que se queman más lento, de frente en la línea de batalla (…) para que los incendios, que se van a producir, no avancen tan rápido», afirmó en declaraciones a la agencia AFP.
El pulmón verde de Viña del Mar, diseñado en 1918 por el arquitecto francés Georges Dubois, albergaba más de 1.300 especies de árboles uy plantas, como los cipreses de montaña, palmas chilenas y cerezos japoneses, pero tras la tragedia que lo azotó de pasado 2 de febrero, se quemó más de un 90% de este histórico lugar, que era el hogar de una fauna silvestre de marsupiales, zorros grises, hurones chilenos, así como de muchas aves.
Reforestación con árboles nativos
Para recuperar parte del Jardín Botánico, desde hace varias semanas, un grupo de decenas de voluntarios comenzaron a reforestar 5.000 ejemplares de árboles nativos en un área de ocho hectáreas, como parte de una de una asociación pública-privada.
Estos árboles crecen sujetos a una estructura plásticas y reciben agua a través de un sistema de riego tecnificado. Se espera que en un lapso de dos años sus raíces se puedan establecer y que su follaje sea lo suficientemente grande para generar sombra y provocar el rebrote de otras especies a su alrededor.
A diferencia del eucalipto, que arde rápidamente, algunos árboles nativos son capaces hacer frente o contener por más tiempo las llamas, así lo reveló una investigación de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
«Hemos demostrado experimentalmente que el quillay y el litre son menos inflamables que el eucalipto y el pino», explicó a AFP Fabián Guerrero, investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica de la USM.
Los estudios realizados buscan determinar las características de distintas especies de árboles, para poder identificar cuáles son menos combustibles.
Por tal motivos, las que han sido elegidas para la reforestación son «especies de baja inflamabilidad para que se pueda generar una especie de barrera frente al fuego e impedir su propagación», señaló Guerrero.
Dentro del proceso de rehabilitación, también se prevé reforestar el parque con especies capaces de adaptarse «a las escasas lluvias y a la sequía prolongada», señaló Benjamín Véliz, director de la ONG Wild Tree, que participa también del plan para revivir al pulmón verde.
Entre las tareas que se están ejecutando figuran la recuperación de cortafuegos en los límites del parque y la limpieza de quebradas, extrayendo vegetación seca y basura que alimentan el fuego.
Renacer verde del Jardín Botánico
Las intesas lluvias que se registraron en 2024 en el centro de Chile han constribudido a la recuperación del Jardín Botánico de Viña del Mar.
En medio del parque actualemente se pueden observar retoños de árboles como eucaliptos, litres y peumos
«Estos árboles que se queman, vuelven, porque el bosque esclerófilo (propio de climas mediterráneos y resistente a las sequías veraniegas) tiene una buena reacción después de los incendios», destacó el director del Jardín Botánico, Alejandro Peirano.