Este lunes se inició en Cochabamba la Conferencia sobre Cambio Climático de los Pueblos, cita a la que han llegado cerca de 20 mil personas de todo el mundo. Científicos, intelectuales, activistas, indígenas y políticos participarán en 17 mesas de trabajo, las que entregarán una propuesta para enfrentar el capitalismo del desastre. El canciller boliviano, David Choquehuanca, dijo a El Ciudadano que ese trata de “una gran oportunidad para los pueblos del mundo”.
Cerca de 20 mil personas han llegado a la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, que se inició este lunes 19 de abril en Cochabamba, Bolivia. Al encuentro han llegado delegaciones de 129 países de todos los continentes.
El encuentro se realiza en Tiquipaya, a 10 kilómetros de Cochabamba, y tendrá su acto inaugural este martes en el estadio de dicho municipio con la presencia del presidente Evo Morales, quien convocó a la cita luego de que fracasara la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, celebrada en diciembre del 2009 en Copenhague, cuando los países ricos quisieron imponer un acuerdo al resto de las naciones del globo no vinculante y que no afectaba el modelo de desarrollo neoliberal, principal causante de la crisis ambiental del planeta.
En las 17 mesas de trabajo habrá expositores de 40 países, entre los que destacan el vicepresidente del Estado plurinacional de Bolivia, Alvaro García Linera; Amy Goodman, de Democracy Now; Frei Betto; la escritora Naomi Klein; y Leonardo Boff, entre otros.
La Cumbre espera 20 mil participantes y delegaciones oficiales de 15 naciones, entre los que figuran los presidentes de 5 países, quienes tendrán encuentros bilaterales. Hasta el momento han confirmado su presencia los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Hugo Chávez; de Paraguay, Fernando Lugo; de Nicaragua, Daniel Ortega, y el Premier de Antigua y Barbuda, Balwin Spenser.
Las 17 mesas de trabajo abordan los temas de Causas estructurales; Armonía con la naturaleza; Derechos Madre Tierra; Referéndum mundial sobre el cambio climático; Tribunal de Justicia Climatica; Migrantes Climáticos; Pueblos Indígenas; Deuda Climática; Visión Compartida para el cambio en el modelo de desarrollo contaminante; Protocolo de Kyoto; Adaptación; Financiamiento; Desarrollo y Transferencia de Tecnología; Bosques; el Peligro de los Mercados de Carbono; Estrategias de Acción y Agricultura y soberanía alimentaria.
SALIDAS A COPENHAGUE
La convocatoria al encuentro surgió luego de que fracasara la Cumbre Mundial celebrada en la ciudad danesa en diciembre del año pasado, en la que se esperaba un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo a aplicar a partir de 2012, lo que no se concretó por los intereses de los países industrializados en mantener sus estilos de desarrollo.
En aquella oportunidad, 25 jefes de Estado a espaldas de la comunidad de naciones, redactaron un acuerdo para proponer en la sesión de clausura, lo que no fue aceptado por el resto de las naciones. EEUU, La Unión Europea y China pretendían desconocer el Protocolo de Kyoto y postergar el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero.
En la oportunidad se buscaba la reducción de las emisiones de dióxido de carbono en al menos un 50 por ciento para el año 2050 respecto a 1990. Para ello los países debían marcarse objetivos. Así, los países industrializados deberían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25% y un 40%, para el 2020 respecto a los niveles de 1990 y deberían alcanzar una reducción entre el 80% y el 95% para 2050.
El Protocolo de Kyoto, acordado en 1997, se propuso reducir las emisiones en un 7% en la década siguiente. EEUU no firmó dicho acuerdo y la Unión Europea aumentó sus emisiones en un 10%.
Las emisiones de gas de efecto invernadero acumuladas en la atmósfera provienen en un 80% de los países desarrollados. “Ellos han provocado el problema y todos estamos sintiendo los impactos. A esto llamamos la deuda climática” – señaló Pablo Solón, embajador ante las Naciones Unidas de Bolivia.
Una reciente cita en Bonn, Alemania, a principios de abril, acordó abrir un nuevo periodo de negociaciones que aceptará propuestas hasta el 26 de abril de este año, las que se revisarán en la cumbre a celebrarse en México a fines de este año.
Solón además plantea incluir en estas rondas de reuniones los derechos de la Madre Tierra y el llamado del presidente Morales a un referéndum mundial sobre el cambio climático.
A la cita en Cochabamba también llegarán representantes de Naciones Unidas, Unicef, FAO, la Comunidad Andina, parlamentarios del continente y eurodiputados.
El canciller boliviano David Choquehuanca, dijo a El Ciudadano que “todos los temas se van a tocar, para eso están los 166 grupos autogestionados que efectuarán conferencias paralelas a la cumbre. Estos temas han sido definidos de manera consensuada en un evento incluyente”.
Respecto a la viabilidad de los acuerdos que se alcancen en este encuentro, Choquehuanca dijo que “son los pueblos los que eligen a los parlamentarios y sus gobiernos. El poder cambiar las cosas no está en manos del poder, sino que en la mano de los pueblos”.
¿Los ciudadanos de países industrializados aceptarán cambiar su confort y estilo de vida para preservar la vida en el planeta?
– En este evento participarán científicos del primer mundo que darán cuenta de las causas estructurales del cambio climático. Recordemos que en Copenhague, afuera de la cumbre unas cien mil personas se juntaron en el Klimaforum y decían ‘no cambien el clima, cambien el sistema’. Esta es una gran oportunidad para los pueblos del mundo.
Por Mauricio Becerra R.
Enviado Especial en Cochabamba
El Ciudadano
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