La decisión de la Corte Suprema de avalar la paralización de la central de Endesa se fundamenta en que «está afectando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación de los habitantes de la zona, específicamente por en el sistema de refrigeración y las emisiones de azufre.» El fallo indica que «se constató la insuficiencia de las nuevas medidas propuestas e implementadas por Endesa S.A. para evitar el ingreso de biomasa(…)» Además «al entrar en operaciones la Central Termoeléctrica Bocamina Segunda Unidad no se encontraba instalado el desulfurizador de la Primera Unidad, condición especifica prevista en el punto 4.2.1 de la RCA Nº 206/2007»
El fallo generó la idea de un retroceso de las empresas energéticas en la región, pero lo cierto es que 2 días antes de esta resolución, Biobiogenera presentó al SEA el proyecto termoeléctrico El Campesino, que busca, según señala el objetivo del proyecto «(…)la construcción y operación de una Central generadora de energía eléctrica que producirá 640 MW a partir de una unidad de ciclo combinado a gas natural, que se ha diseñado para operar en carga base de forma continua, o bien con despachos intermitentes (partidas/paradas) dependiendo de los requerimientos del SIC. Además, el Proyecto considera la construcción de una Línea de Transmisión de 2×500 Kv, que evacuará la energía producida en la Central, y una Subestación Seccionadora (Subestación Independencia) que la inyectará al SIC a través del seccionamiento de las líneas existentes Charrúa – Ancoa 1 y 2, de propiedad de terceros.»
Este proyecto se alimentaría del Gas proveniente del proyecto GNL Penco, ex Octopus, al que gran parte de las comunidades de la Bahía de Concepción se oponen férreamente.
Por otra parte, la segunda unidad de Santa María de Colbún ya cuenta con permiso ambiental. La gerencia de Colbún ha señalado a la prensa que podría entrar en funcionamiento el próximo año y que producirá -a base de carbón- 350 MW. Santa María también ha sido denunciada por la comunidad de Coronel, no solo de daños ambientales debido a la succión de biomasa en su bocatoma en Playa negra, sino también porque supuestamente habría producido más energía de lo permitido.
Todos estos proyectos energéticos cuentan con férreos opositores, con la excepción de Coronel, cuyo alcalde ha tenido una postura que divaga entre aprobaciones y críticas. En Coronel se han manifestado contra el funcionamiento de las centrales de Endesa y Colbún pescadores, algueras y el Frente de Defensa de Coronel. En Talcahuano, Penco, Lirquén, Tomé y Bulnes existen coordinadoras que cuestionan el proyecto gasífero/energético de Biobiogenera, que incluye un terminal marítimo y gasoducto en la Bahía de Concepción, con al intención de alimentar la Central El Campesino en Bulnes.