A pocos días de que la ONU celebrara el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial -el 21 de marzo-, crecen los llamamientos para que se ponga fin a «una situación real de genocidio» dentro de la Amazonia brasileña.
Los expertos advierten de que el pueblo indígena awá en Brasil se enfrentará a la extinción a menos que se incrementen los esfuerzos por proteger sus derechos territoriales, que están siendo violados por madereros ilegales y ganaderos.
La ONU quiere que la «dignidad y los derechos» de los seres humanos se respeten a nivel mundial. Sin embargo, muchas comunidades indígenas siguen siendo víctimas del odio étnico.
Los awás son una pequeña tribu de unos 355 miembros, que ha sobrevivido a masacres brutales. Viven en el este de la Amazonia, y son uno de los últimos pueblos indígenas de cazadores-recolectores nómadas que quedan en el planeta. Algunos de sus miembros aún permanecen sin contacto.
Los awás dependen de la selva para todo, pero a medida que la tala intensiva destruye su tierra, esta desaparece a un ritmo frenético.
Bruno Fragoso, del Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (Funai), afirmó: «Los awás se están enfrentando a invasiones crecientes y si no se adoptan medidas de emergencia con rapidez, el futuro que le espera a este pueblo es la extinción».
«Estamos lidiando con un genocidio real», expresaba un juez brasileño que visitó el territorio de los awás para investigar su caso.
En la misma línea, un estudio desarrollado por el doctor Eliane Cantarino O’Dwyer, antropólogo experto en los awás, concluyó: «Los awás se enfrentan a una situación real de genocidio.»
La selva de los awás afronta una de las tasas más elevadas de deforestación de todas las áreas indígenas de la Amazonia. Imágenes captadas vía satélite muestran que más de un 30% de esta, en uno de los cuatro territorios en los que viven awás, ya ha sido destruida.
A los expertos les preocupa especialmente el impacto que estas invasiones territoriales tienen sobre los awás no contactados, quienes son particularmente vulnerables a la enfermedad.
Según declaraciones del director de Survival International, Stephen Corry: «Los awás son el pueblo indígena más amenazado del planeta. Si sus derechos no se protegen, pasarán a existir únicamente en las páginas de los libros de historia. El llamamiento de la ONU para acabar con la discriminación racial es un paso más para cambiar actitudes y ayudar a mantener la selva de los awás intacta».
Publicado en Otramérica