La ambientalista y directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, comentó el resultado de las licitaciones anunciadas por la presidenta Bachelet en materia eléctrica. En este sentido, Larraín reconoció que el haber logrado aumentar a los participantes en el mercado eléctrico y bajar los precios de la energía es el resultado de la reforma a la ley, realizada el año pasado, que incluyó nuevos bloques horarios y otorgó más plazos.
«Así nuevos actores pudieron participar, quebrando el monopolio de Endesa, Colbún y Gener, que dominaban el mercado y hacían subir los precios o hacían fracasar las licitaciones como ocurrió en años pasados», recalcó. Además, aseguró que con el nuevo marco legal se logró reducir las distorsiones que creaba este oligopolio y que un 50% de los bloques lo ganaron nuevas empresas de energías renovables no convencionales.
A juicio de la directora de Chile Sustentable, las nuevas condiciones establecidas por el Gobierno en la materia generan más competencia y permiten la entrada de nuevas empresas para generar y vender energía. «Ello beneficia a la gente, que pagará tarifas más bajas a partir del año 2021 y beneficia a la industria, el comercio. Es decir, a todas las actividades del desarrollo nacional que antes estaban condenados a pagar precios altísimos, abusivos por causa de un mercado distorsionado -un cartel- que los gobiernos no querían corregir», enfatizó.
Respecto al uso de energías no convencionales renovables, Larraín destacó que un 50% de la energía licitada será entregada por proyectos solares y eólicos, principalmente, lo que genera diversos beneficios en materia ambiental y social, porque no contaminan ni afectan la salud.
«Además son recursos naturales energéticos ubicados en nuestro territorio y como el sol y el viento es un patrimonio infinito y sin costo, la operación de estas plantas es muy barata, lo que asegura bajos costos de energía en el largo plazo», enfatizó. La idea, dice, es superar la cuota obligatoria de 20% de ERNC (energías renovables no convencionales) al año 2014, como mandata la ley y alcanzar el 100% de energías renovables al año 2050. Esto, «para olvidarnos del carbón y las zonas de sacrificio».
EL LLAMADO A UN DESARROLLO ELÉCTRICO DEMOCRÁTICO
Sara Larraín sostiene una mirada optimista de las reformas legales realizadas en materia de energía durante los últimos años, asegurando que además se ha conseguido limpiar la la matriz energética. Sin embargo, señala que es necesario avanzar en el cierre de termoeléctricas a carbón contaminantes, lo que permitirá terminar con las zonas de sacrificio que se han instalado a lo largo del país.
Pero no sólo por eso: «También para un desarrollo eléctrico democrático y legitimado necesitamos avanzar en participación ciudadana, respeto a la decisión de las comunidades y regiones, una generación más descentralizada y distribuida y ponernos al día en el uso eficiente e inteligente de la energía», recalcó. Por ello, es urgente democratizar las decisiones y aprobar una Ley de Eficiencia Energética.
A la hora de analizar el futuro en materia de energía, es importante tener en cuenta que los países más sustentables han logrado reducir su demanda energética. En este sentido, Larraín aseguró que los países con normas de eficiencia energética han continuado su desarrollo económico, pero estabilizando su consumo energético.
«Chile puede y debe hacerlo porque así porque tiene los mismos servicios energéticos pero con menos kilowatts consumidos. Eso abarata costos, reduce presiones sobre el ambiente y los territorios, mejora la competitividad y la calidad de vida. Además las familias, escuelas, hospitales, malls e industrias pueden autogenerar energía para sus propias actividades, y si les sobra venderlas a la red«, argumentó la directora de Chile Sustentable.
Para ello, sin embargo, es necesario un cambio de paradigma del desarrollo energético que supere la noción de mercado eléctrico con fines de lucro, donde «estamos condenados a ser solo consumidores y podemos pasar a ser generadores, autoconsumidores, tener cooperativas tal como ocurre en Alemania, Austria o los países nórdicos, porque la energía puede ser ciudadana, generada por municipios y regiones como ocurre en todo el mundo», cerró.