Pero ahora que se ha corregido el error, los registros muestran que en el siglo XX no hubo tal culminación de la actividad solar, lo que sugiere que el cambio climático no puede ser rastreado por medio de este método de las manchas solares. De hecho, la actividad solar parece haber permanecido relativamente estable desde 1700, mientras que las temperaturas globales han fluctuado.
Según cálculos previos, los duros inviernos en los siglos XVII y XVIII (período conocido como el Mínimo de Maunder) se correspondieron con un bajo número de manchas solares, lo que sugería un vínculo entre el clima y la actividad solar. También se creía que la actividad solar había alcanzado su punto máximo a finales del siglo XX, un fenómeno a veces llamado el Gran Máximo Moderno, en la época de la Revolución Industrial, según informa ‘The Daily Mail‘.
Sin embargo, una discrepancia entre dos métodos de conteo de manchas solares puso esta tendencia en tela de juicio. Es precisamente esta discrepancia la que ahora se ha resuelto y muestra que no hubo una tendencia significativa al alza en los últimos 300 años, como se pensaba anteriormente.
La corrección, llamada ‘Número de Manchas Solares versión 2.0’ fue dirigida por Frédéric Clette, director del Centro Mundial de Datos (WDC) SILSO, Ed Cliver del Observatorio Solar Nacional y el Leif Svalgaard de la Universidad de Stanford, EE.UU.
De esta forma queda anulada la afirmación de que se ha producido un Grand Máximo Moderno.
Los resultados fueron anunciados en la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) en Honolulu, Hawái, y hacen que sean difíciles de explicar los cambios observados en el clima, iniciados en el siglo XVIII, con el argumento de que estarían influidos significativamente por las tendencias solares.