Hasta ahora se creía que las lociones, cremas y otro tipo de productos de belleza se degradaban con el tiempo, pero parece que esto no es así habida cuenta de la localización de pequeñas cantidades de metilsiloxanos cíclicos volátiles en muestras de suelo, plantas y también en kril y fitoplancton en diversos lugares de la Antártida utilizando técnicas de cromatografía de gases.
El hallazgo ha sido realizado por equipo del CSIC, que ha publicado sus resultados en la revistaEnvironmental Science and Technology.
Aún se desconoce el impacto de estos productos químicos sobre el medio ambiente, y tampoco hay explicación de por qué los productos químicos no se descomponen en la atmósfera por los radicales de hidroxilo altamente reactivos, que es lo que la mayoría de la comunidad científica pensaba que pasaba.
Lo que sí se ha trazado una propuestas de cómo han llegado estos productos a lugares tan remotos de la Tierra: después de evaporarse, los restos permanecieron en la atmósfera donde se mezclaron con la precipitación de nieve. Al derretirse la nieve en la tierra, los productos volvieron al suelo, pudiendo alcanzar de nuevo plantas o el mar.